IFLA y el préstamo electrónico de documentos

Kali, Avatar of the eBook, vía Flickr por kandinski
Kali, Avatar of the eBook, vía Flickr por kandinski

¿Recuerdan la campaña de e-Books en las bibliotecas? Pues bien, el pasado 11 de Mayo de 2012 IFLA publicó un estudio sobre el préstamo de documentos electrónicos. IFLA Releases Background Paper on e-Lending se titula la publicación y puede descargarse el documento en PDF titulado IFLA E-Lending Background Paper.

En este documento se evidencia la diferencia de intereses entre editores y bibliotecarios. Citan a Mike Shatzkin y su post Libraries and publishers don’t have symmetrical interest in a conversation (Algo como Las bibliotecas y los editores no tienen intereses simétricos en una conversación), donde dice que los editores no toman decisiones morales, sino comerciales. Es cierto, de eso viven. Frases como «The fear is I get one library card and never have to buy a book again» (el temor es que yo tenga una afiliación a la biblioteca y nunca tenga que comprar un libre de nuevo) de Karen Springen, aparecen en el documento.

El documento debate sobre los posibles modelos de préstamo y algunas preguntas surgen. ¿Una biblioteca debe tener los documentos electrónicos a perpetuidad o debe brindar acceso a los documentos almacenados por las editoriales? Si es así ¿Las editoriales garantizarán la preservación del documento? En este punto los formatos usados, las plataformas de distribución y la arquitectura de información que tengan juegan un rol determinante. ¿Quién puede consultar? ¿Cuántas veces le es permitido leer un documento? ¿Puede descargarse el documento a otro dispositivo de lectura?

Algunos modelos de préstamo

Se menciona el modelo de OverDrive, donde un único usuario puede acceder al documento electrónico, tal como ocurre con libros físicos: Si alguien tiene el libro antes que tú, debes esperar a que lo devuelva para que te lo presten. El documento menciona el modelo de micropagos por préstamo (si no estoy mal Sonido Local funcionaba con un modelo similar, donde un artista reproducido más veces en su sistema obtenía un mayor pago que un artista que no era muy escuchado). Otra forma es la de embargo, donde las bibliotecas pagan por un determinado número de préstamos, por ejemplo: Pagas para que un documento pueda ser prestado 100 veces, al llegar a ese límite, vuelves a pagar por otros 100 préstamos.

El documento cierra la sección titulada «e-Lending» (préstamo electrónico o e-Préstamo) notando que el préstamo de libros electrónicos no está mediado por barreras geográficas, por lo que deben incluise mecanismos para determinar quién accede a qué documento. Esta parte me recuerda nuevamente al párrafo anterior, sobre la arquitectura de información del sistema usado y el problema de Internet a sus inicios mencionado en el libro El Código 2.0 de Lawrence Lessig: El anonimato de la red en sus inicios no nos permitía saber quién hace qué y en dónde.

¿Cómo respetar los derechos de los editores, pero también los de los usuarios?
El documento dice que si bien es cierto los editores deben cuidar su negocio, los usuarios deben conservar su capacidad de citar e incluir fragmentos de una obra en sus trabajos. Juan David en la charla de Radio Pachone lo mencionaba: Puedes ser un productor audiovisual y citar un fragmento de otra película en la tuya. Esa otra película se proyectaría dentro de la tuya y es una cita, pero en lo audiovisual. El documento de IFLA dice que los documentos electrónicos que contienen Medidas de Protección Tecnológica restringen este derecho de los lectores.

Sobre el préstamo interbibliotecario hay un párrafo: Cuando buscas en tu biblioteca un libro y éste no se encuentra, es posible que la biblioteca tenga convenios con otras a las que puede solicitarle el documento. Ésto es préstamo interbibliotecario. Aparece entonces la preocupación de los editores al notar que una biblioteca puede brindarl a otra una copia idéntica de un documento electrónico con un costo muy cercano a cero. La pregunta del millón es ¿Cómo se pondrán de acuerdo editores y bibliotecarios para mantener el préstamo interbibliotecario en documentos electrónicos? La investigación de IFLA menciona la necesidad de ambas partes a negociar sobre licencias y tecnologías que permitan el beneficio de ambos.

El documento cierra con la consideración de IFLA de crear una directriz para bibliotecas sobre libros electrónicos (policy guidelines for eBooks in libraries). Menciona que esto puede tardar sobre todo en países en desarrollo. Lo cierto es que estamos en un momento clave, donde debemos planear nuestro futuro.

Puede que por el momento no tengamos la infraestructura tecnológica, pero si podemos adelantar debates sobre el tema, para tener idea de a dónde queremos llegar. Todos los involucrados se verán afectados, desde el autor hasta el lector, pasando por todos los intermediarios que incluyen editores y bibliotecas.

Por David Ramírez-Ordóñez

Hola. Soy David. Docente, bloguero y bibliotecario digital. Desarrollo proyectos digitales desde el 2005. Más de mi en este enlace.

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