Latinoamérica y el Caribe tuvieron su segunda reunión de negocios, dirigida por la nueva coordinadora, María Angélica Fuentes (Chile). Asistí brevemente a la sesión de la Presidenta electa. Por otro lado el cansancio se empieza a notar y el cuerpo pasa factura de la presión. Aquí mis notas del quinto día en esta serie de publicaciones sobre el Congreso de IFLA en Atenas, 2019.
Una breve visita a la sesión de la Presidenta Electa
Como suele pasar en este tipo de eventos, hay tantas cosas pasando al mismo tiempo que debes priorizar. Quería asistir a la sesión de la Presidenta electa de IFLA, doña Christine Mackenzie (Australia). La sesión suele ser un abrebocas de los temas que se trabajarán sobre su mandato y una forma de dialogar con los asistentes para tener retroalimentación de sus propuestas o refinar un poco mejor las ideas.
El salón estaba dispuesto de tal modo que no sólo se realizaban presentaciones de expertos, sino que habían mesas redondas donde se invitaba a los participantes a dialogar y a realizar ciertas actividades grupales. Bajo el lema «Vamos a trabajar juntos» (Let’s work together) que de hecho hace referencia a una canción de Canned Head, los participantes conversamos sobre cómo las asociaciones pueden colaborar, entre otros temas.
Recuerdo que en el taller de IFLA en Buenos Aires sobre el Plan Estratégico, pude conversar unos instantes con Christine y le decía que somos una sociedad de besos (a kissing society) porque al menos en Colombia cada vez que dos personas se encuentran se saludan de beso y en otros lugares apenas se muestran las palmas de las manos. «En Latinoamérica somos mucho más cercanos y cálidos con las personas» le decía en una de estas conversaciones, me gustaría que ese ambiente festivo se impregnara entre los bibliotecarios.
Así como Glòria enfocó sus esfuerzos en Iberoamérica, Christine trabajará en el Pacífico. En una de mis conversaciones previas le estaba diciendo que eso me alegraba montones, porque en el Pacífico tenemos a Chile, Perú, Colombia, Ecuador y una buena parte de los países de Centroamérica (incluí a México, aunque he notado que a veces se refieren a México como Centroamérica y otras como Norteamérica). Seguramente Christine estaba pensando en Australia, Nueva Zelanda y varias islas pero espero haberle puesto en el panorama a Latinoamérica. Además ésta puede ser la excusa perfecta para que las asociaciones bibliotecarias de estos países se acerquen a trabajar con ella.
Christine no habla en español, pero hace parte de la kissing society porque al pasar por Buenos Aires estuvo expuesta a saludos de beso en la mejilla constantes. Me comentó que era la primera vez que viajaba a Argentina, pero por su enorme sonrisa cuando me contaba esto, creo que le encantó.
La segunda reunión de negocios de la Sección de Latinoamérica
En este día principalmente asistí a la segunda reunión de la Sección de Latinoamérica (conocida como IFLA LAC) la cual María Angélica Fuentes (Chile) coordinó por primera vez. Al igual que en la primera reunión de negocios, estuve realizando la conexión vía streaming para las personas que hacen parte del comité pero que no pudieron viajar a Atenas. En línea estaban dos colegas colombianas y una salvadoreña.
Las presentaciones
Empezamos con las presentaciones de los asistentes. Me parece increíble cómo la sección de Latinoamérica atrae como un imán a todos los hispanohablantes del Congreso. En una sesión de más o menos 25 personas, había unas 4 o 5 que hablaban otros idiomas, principalmente inglés, seguido de portugués.
Angélica empezó presentando a los integrantes corresponsales. Esto quiere decir que son colegas que si bien participarán en la sección, tienen voz pero no voto y no tienen el compromiso de asistir a los congresos. Ratificó que los corresponsales serán de México, España, El Salvador y Bolivia. Salvo el colega boliviano, todos los demás ya hacían parte de la sección anteriormente. «Son 5 plazas, por las que hay una que nos hace falta y no tenemos a nadie del Caribe». Un colega de una fundación de Haití se ofreció y así se completaron los 5 integrantes corresponsales de la sección.
Sobre este punto creo que si la idea de ser integrante del comité como corresponsal es que se empiece a involucrar a personas que participan en asociaciones profesionales y que no están seguras de si podrán viajar o no a los Congresos, tenemos a apenas dos colegas, de Bolivia y Haití, que podrían fortalecer la presencia de IFLA en la región y debimos haber ido en busca de países que no estén involucrados con la Federación. Esta decisión debería tomarse con datos y no con cercanías personales o con la premura de seleccionar a alguien y dirigirse a los conocidos y personas cercanas. Debimos haber revisado en el comité por ejemplo el Mapa Mundial de Bibliotecas y buscar fortalecer a los países con la menor participación en el comité de la Sección de Latinoamérica y el Caribe. Pregunté cuál había sido el criterio para seleccionar a los corresponsales y me respondieron que la idea era dejar a quien viene trabajando con proyectos en el pasado. Ahora que hago una revisión pausada (me tomó cerca de media hora pintar las flechitas y analizar los datos del Mapa Mundial de las Bibliotecas de IFLA que pausado pausado no es, pero bueno… así lo hubiera hecho yo).
Éstos son los países a los que yo le habría apuntado para el comité como corresponsales: Bolivia, Suriname, Puerto Rico, Guatemala, Belize, Haití e incluso islas del Caribe que por su tamaño sería todavía más valioso que estuvieran representadas. Por nombrar algunas Dominica, Antigua y Barbuda, Barbados, Granada, Curazao y muchas islas que al revisar el mapa a veces te confundes porque no sabes si hay una pequeña partícula de polvo en tu pantalla o es un país que no incluimos pero deberíamos apoyarles, para tener mayor representatividad. De hecho hay que mencionar que la sesión la hicimos en español y eso puede ser excluyente con otros idiomas de nuestra región de habla inglesa, francesa, creole y hasta portugués, que no es ni más ni menos que medio continente.
Lo que decidimos
Si me lo preguntan y para ponerlo en cifras, creo que tuvimos un 40% de efectividad en esa decisión hacerlo a las carreras. Y como aprendí en el primer día de este evento, del afán no queda sino el cansancio. Tomamos una decisión similar para seleccionar a nuestro contacto con la División V y espero que los colegas que estarán tanto de corresponsales como de contacto hagan un muy buen trabajo. Sin embargo recuerdo mi mantra: «evitemos a toda costa la duplicidad de esfuerzos». Como decimos en Colombia, no demos papaya, ala. María Angélica, eres la conductora de este vehículo, por favor no nos lleves a toda velocidad cuando no tenemos afán. Es mejor ir sin prisa, pero sin pausa. Guíanos para que éste comité tome decisiones con tiempo, basadas en datos y bien informadas.
Yo mientras tanto tomaba notas, anotaba preguntas, revisaba el streaming, leía los mensajes que me enviaban desde Colombia y El Salvador, que si el volumen estaba muy bajito y lo podía subir, que ahora estaba muy alto y no se escuchaba nada, que por favor repitiera tal o cual tema que no había quedado claro y así me la pasé tratando de hacer todas las cosas sin perderle el hilo a nada.
Debo confesar que fue muy molesto que un par de señoras se la pasaran hablando en la reunión. Personalmente creo que las personas que trabajan en bibliotecas son las personas más sabias de su comunidad, son las más educadas. No sé si eso pasa sólo en Colombia, pero al menos a mi me enseñaron que cuando una persona habla, las demás deberían prestar atención. Pues bien, fue increíblemente vergonzoso que este par de señoras no cerraron el pico en toda la reunión. Fue una lástima el nivel de impertinencia y grosería de estas asistentes. Reconozco que en ciertas reuniones he comentado con colegas lo que está ocurriendo, pero creo que esto se trata de otra cosa.
Por ejemplo recuerdo con mucho cariño la invitación que me hicieron en ACBJ en 2018, donde Andrés Reinoso me presentó a Rosa Monfasani. «Vos decime Rosita» me dijo enseguida y desde ese momento cada vez que la veo no puedo ocultar una sonrisa de alegría. En el evento de ACBJ me encantó que Rosita me iba contando sus apreciaciones e incluso me hacía aclaraciones: «ella propone tal cosa porque la ley argentina funciona de tal manera que tenemos tal resultado». Pues aprendí muchísimo con Rosita y al final creo que se sintió algo avergonzada porque me dijo «¡qué pena con vos que lo comento todo!» pero es que de algo tan cariñoso y además acertado, porque sus comentarios fueron no sólo agudos sino precisos, a lo que estaban haciendo estas dos señoras hay una diferencia abismal. Hablaban en voz alta y de hecho trataban de meter la cucharada en cada momento sin pedir la palabra. Incluso cuando la coordinadora, María Angélica, hablaba; la interrumpían con comentarios que ni aportaban al debate ni agilizaban la toma de decisiones. «Son unas groseras» pensaba, además que parecía que se querían atribuir labores de coordinación cuando asistieron en calidad de observadoras.
Por mi parte confío en las capacidades de María Angélica. Sé que aunque hagamos las cosas diferentes y en ocasiones tengamos maneras distintas u opiniones diferentes, espero que su labor como coordinadora mejore muchísimo la situación de la Sección. Y si María Angélica leyera esto le diría que confíe y cuide su autonomía. No lo digo porque la haya perdido o nada por el estilo, sino porque cuando los observadores hacen comentarios está bien recibirlos, pero como bien lo dijo en su presentación de la Presidenta, hay que apoyar los liderazgos en el sector bibliotecario. También hay que pedir que se respete su liderazgo y cuidarlo de intromisiones a mi parecer innecesarias.
Ojalá Rosita hubiera estado en esta reunión porque sus comentarios por el contrario me parecen increíblemente valiosos y me hubiera gustado saber qué pensaba de todo esto.
La intervención de la Oficina Regional
Isela hizo su presentación de la Oficina Regional de IFLA, que tiene sede en Buenos Aires. Mencionó que trabajará en mejorar las comunicaciones y aumentar la membresía de asociaciones e instituciones. La primera pregunta que le hicieron era sobre el presupuesto que le asignaba IFLA, pero ella aclaró que el presupuesto lo manejará la Sede central de IFLA (IFLA HQ) con apoyo de la Oficina Regional. Alguien mencionó que tradicionalmente ese presupuesto se asignaba a la reunión de medio término (o mid term meeting) que todas las secciones de IFLA realizan entre marzo y abril cada año.
Luego de la reunión comentábamos con algunos colegas que el presupuesto que se asigna a la Oficina Regional es realmente bajo y que IFLA hace una apuesta para que la institución que ofrece ser Oficina Regional ofrezca su músculo para apoyar el trabajo de la Federación en las regiones. Realmente no es que IFLA financie a una institución sino que más bien puede ser a la inversa. Los recursos que pone la Oficina Regional pueden ser mucho mayores a lo que IFLA aporta económicamente. El truco está en que ambas partes salgan ganando, claro, pero no hay que entender a IFLA como una institución paternalista.
El equipo de traducción de la Biblioteca del Congreso de la Nación Argentina es el que ha venido realizando la traducción de la documentación de IFLA, no sólo de inglés a español, sino que entiendo que además tienen capacidad de traducir de francés a español también. Esta tarea va a ser clave con documentos específicos, pero hay que tener en cuenta que se debe priorizar y traducir lo que más nos convenga, no podemos traducirlo todo.
Una de las asistentes pidió que los oficiales conozcan la lista de los integrantes de la sección de IFLA. En la Sección, los oficiales son la coordinadora y la secretaria, en nuestro caso María Angélica (Chile) y Alejandra Vélez (Colombia). A mi me pareció que se quería establecer una especie de jerarquía entre los integrantes del comité y los oficiales. Si los integrantes de la sección están para apoyar a la coordinadora ¿no deberíamos pensar en metodologías más colaborativas? Si bien es un comentario con el que estoy de acuerdo porque necesitamos acceso a la información de algún modo, mi comentario apunta al espíritu del comentario y lo que deja ver de las maneras de ciertos participantes. Las jerarquías tan marcadas son como muy de los 50’s me parece, algo muy de la sociedad industrial. Si queremos estar a la altura de los debates mundiales nuestras metodologías deberían estar más enfocadas en el trabajo en red, distribuido… algo más como la definición de Masuda de la sociedad de la información. ¿O acaso estaré muy loco? Bueno… tal vez un poco.
Un mexicano en la Junta de Gobierno de IFLA
Tuvimos la gran fortuna de tener la presencia de uno de los 10 integrantes de la Junta de Gobierno de IFLA en nuestra reunión y fue la visita de Jonathan Hernández (de Méjico Mágico, como dice el disco del Instituto Mexicano del Sonido). Angélica presentó a Jonathan y él dedicó unas palabras a explicar lo que había pasado con el empate y su elección.
Resulta que todos los afiliados de IFLA votaron por los 20 candidatos y al final quedaban seleccionados 10, como expliqué en este post. Jonathan y Rocky (ella de Sudáfrica) tuvieron un empate, ambos con más de 500 votos. El empate fue algo histórico porque imaginen que fue algo como 543 votos para Rocky y 543 para Jonathan (aunque ésta no es la cifra exacta, sólo un ejemplo). En IFLA esto pasa muy pocas veces y al parecer sólo hay registro de una vez anterior en la que pasó lo mismo. En la Asamblea General la gente iba a votar para decidir entre Jonathan o Rocky para el décimo puesto en la Junta de Gobierno, pero a última hora Rocky presentó su retiro de la candidatura dejando a Jonathan automáticamente con el cargo.
Personalmente creo que Jonathan ganó dos veces: la primera cuando después de las votaciones generales quedó opcionado, aunque no era seguro todavía, para ser integrante de la Junta de Gobierno de IFLA; la segunda vez cuando Rocky renunció y él ganó por W. Pero ganar por W es también ganar. Como dice Serú Girán en «Yo no quiero volverme tan loco», la alegría no es sólo brasilera 😉
Como debía votarse en la Asamblea, Jonathan realizó su segunda campaña pidiendo el voto o el poder (proxy) del voto para que lo apoyaran. Volvió a confiar en las campañas de #BibliotecariosAlSenado para hacer estas solicitudes y como ya no es necesario el segundo voto, agradeció a quienes le apoyaron y también al Colectivo de acción política #BibliotecariosAlSenado que presentó el día anterior su metodología de trabajo distribuida, la querendura y su colaboración internacional, por ahora entre Colombia y Argentina, pero ojalá con muchos más países a futuro.
Jonathan pidió retomar el mapeo y la visualización de datos de la presencia hispana en IFLA, como lo mencionó en el caucus. También el interés en el apoyo y la participación en el Plan Estratégico de IFLA. Asimismo recordó las posturas de IFLA sobre censura y acceso público a la información.
La sesión de Latinoamérica en el Congreso
Una de las sesiones transmitidas en vivo fue la de Latinoamérica y el Caribe. Hubo varios comentarios sobre esta sesión mencionando que fue mal recibido el que haya sido interpretada en inglés, cuando las presentaciones originales se realizaron en español. Cuando escribo este post (4:51 AM en esta parte) no he visto el video por el mantra de «evita a toda costa duplicar esfuerzos», porque si está grabado le voy a botar energía a otros asuntos donde todavía nos hace falta llegar y no estamos. Me gustaría pensar en un mecanismo que haga accesible a la comunidad internacional lo que pasa en Latinoamérica, es nuestra ventana para mostrar lo que hacemos. Si la hacemos en español le estamos apuntando a la endogamia por un lado, pero a la vez estamos abriendo espacio a otros idiomas adicionales al inglés.
Pero entonces ¿por qué los franceses no hablan en francés sino en el caucus francófono y de resto usan una lengua franca como el inglés? Si el tema es por defender una lengua sobre las otras, parece que otros países priorizan el darse a entender sobre la defensa de una lengua sobre otra. Ojalá me ayuden a pensar en este tema en los comentarios. ¿Qué opinión les merece lo que pasó en la transmisión de la sesión abierta?
Me estuve hablando con mi buen amigo Santiago Villegas-Ceballos, porque en la primera reunión de esta sección se mencionó que él iba a realizar una presentación, pero que parecía que no estaba en el evento. Santi me dijo que había escrito hace varias semanas atrás confirmando que no estaría en el evento, pero que su solicitud no había sido escuchada. Por tal motivo hice un llamado a tener cuidado con las comunicaciones. A mi particularmente también me embolataron una solicitud que hice sobre usar Basecamp, que de hecho fue respondida inicialmente con un «ya empezamos a usar el Basecamp de IFLA y te agregamos» pero al verificar esta información resultó siendo falsa, lo que me pone ante un escenario muy complicado. Al parecer los mismos bibliotecarios que defendemos el acceso a la información y venimos a tantos talleres y eventos internacionales para hablar de las dichosas noticias falsas o fake news que llaman, son los primeros en difundirlas, crearlas y además irrespetarlo a uno pensando que uno es bobo.
Me gustaría darle el beneficio de la duda a quien gestionaba los mensajes y que efectivamente se traspapelaron correos electrónicos que de hecho se basan en bits y no en papel, pero hay que estirar muchísimo la tolerancia para no pensar que estoy tratando no sólo con una bibliotecaria mentirosa. Me muero de la pena, pero eso es corrupción, son muchos casos uno tras otro, como para que sea una simple coincidencia. No se me haría raro que además no tuviera modales y se la pasara hablando en las reuniones cuando otros tienen la palabra. Así no se juega.
El proyecto de las pasantías, la reunión de medio término y el rollo con el streaming a mi cargo
Se habló del proyecto de pasantías, a cargo de Belén (España), la reunión de medio término que se decidió será en México (si no me equivoco) y la Declaración de la División V.
En esos momentos sugerí a Belén que ojalá el proyecto de las pasantías tenga en su esencia la ciencia abierta. Andrés Reinoso, que participaba como observador, mencionó que una asociación paraguaya lo había invitado a hacer presentaciones para potenciar a los nuevos profesionales. Particularmente recordé mi trabajo en el último comité científico de las Jornadas FESABID, donde propuse que se crearan y fomentaran eventos para fortalecer a los nuevos profesionales en las asociaciones de bibliotecarios.
Se conversó sobre la propuesta de la sesión del próximo año. Juanita Jara (Perú – Canadá) sugirió empezar a trabajar desde ya en la búsqueda de colaboraciones con las diferentes secciones. Hay que definir comités y dónde se harán las reuniones satélites en el Congreso de IFLA en Dublín (Irlanda) del 2020.
Andaba en estas, tomando notas, participando activamente y me quedé sin Internet en el computador. Eso no me hubiera preocupado tanto porque suelo trabajar con la web independiente, lo que quiere decir que tengo alternativas de trabajar sin conexión y subir grandes cantidades de información apenas pueda conectarme, para actualizar mi sistema de información personal. Perdón por el desvío del tema, pero estos temas me encantan. Como sea el gran problema es que habían dos colombianas, Carmen y Alejandra, y una salvadoreña, Sonia conectadas desde mi computador a la sesión vía Zoom, la plataforma de streaming que usa IFLA.
Traté de identificar el problema, conectarlas, tal vez eran ellas, tal vez la plataforma, tal vez mi compu… que de hecho implica que ofrecpi mi principal herramienta para que otras personas puedan conectarse, pero me quedé sin notas, sin consulta a Internet o correo y sin poder hacer mis dibujitos lo-fi por brindarle acceso a la información a personas fuera de ese salón, fuera de este país. En medio de todo esto me empezaron a mencionar personas sentadas al lado mío que no había streaming y fue ahí cuando grité ¡Auxilio!
«Perdón pero soy la persona que más intervenciones ha hecho en esta reunión, estoy tomando notas, estoy a cargo del streaming… ya no puedo más. Necesito ayuda» dije. Lo siento, pero ésta será la última vez que me hago cargo del streaming, pienso ahora.
Mi intervención en la sección LAC cuando se cayó la conexión con las colegas fuera de Atenas.
En esos momentos Jonathan Hernández (México) se ofreció a hacer la transmisión. Hubo una votación sobre la persona que servirá de contacto entre la sección de Latinoamérica y el Caribe y la División V (África, Latinoamérica y el Caribe y Asia y Oceanía). María Angélica mencionó que había conversado anteriormente con Juan Miguel Palma Peña, quien al ser candidato único ganó por unanimidad.
María Angélica comentó que hacía democrático este proceso al abrirlo a discusión y permitir que cualquiera se postule. Es cierto, es un proceso democrático, pero como dije antes creo que debemos bajarle un cambio a la sección e ir un poco más despacio. Podemos tomar decisiones informadas, no tenemos por qué decidirlo todo en caliente. Comenté que felicitaba a México porque tenía a una persona en la Junta de Gobierno (Jonathan), van a hacer la reunión de medio término en México (si es que a pesar del corre corre con el streaming entendí bien), tienen contacto en la División V en México y le apuntarán a hacer un Congreso Mundial de IFLA en Guadalajara. ¡México tiene la voz! y como diría el Instituto Mexicano del Sonido, el micrófono se ha vuelto un arma de moda.
El plan estratégico de la Sección y el debate sobre una posible federación latinoamericana
Al final quedamos en que deberíamos apuntarle a que el plan estratégico apunte a aumentar la membresía de IFLA en las asociaciones nacionales y que deberíamos buscar particularmente a las bibliotecas nacionales, además de otros temas que ya se venían trabajando. Votamos para que no se decida en esos momentos sobre el plan estratégico, sino que lo estemos concretando en la semana del 16 de Septiembre. El plan debe entregarse a IFLA el 1 de Octubre de 2019 y será el plan que la sección al mando de María Angélica se concrete.
Particularmente hice esta compilación de los planes de los últimos años, las acciones que se han realizado y allí se puede ver cómo hemos avanzado como región y los proyectos que no se han terminado. Porque de hecho como comité recibimos una sección con documentación pobre, lo que puede llevar a poca transparencia, lo que puede llevar Dios no lo quiera ni la Vírgen bendita a corrupción. Por ejemplo los planes estratégicos publicados a Agosto de 2019 apenas llegan a 2017, los reportes anuales publicados a Agosto de 2019 apenas llegan a 2017 y debo decir que luego de una gran insistencia se publicaron las actas hasta 2019.
En la reunión de la Sección LAC se habló de pedirle dinero a IFLA, de pedirle dinero a la Oficina Regional, de pedirle dinero a IFLA a través de la Oficina Regional pero haciendo una auditoría breve puede encontrarse que no hay información pública. Como integrante de este comité no quiero recibir un sólo peso, dólar, euro o lo que sea antes de que esta situación no se aclare. Como decimos en Colombia: a mi lo que me gustan son las cuentas claras y el chocolate espeso, ojalá con una almojábana.
Por otro lado una colega mencionó el plan de crear una federación latinoamericana, otros mencionaron la federación centroamericana y no recuerdo quien dijo que la federación era un nombre, pero que no estaba legalmente constituida, por lo tanto la asociación no existía. Otra colega dijo que la federación sí existe pero que estaba dormida hace 5 años, que es lo mismo que tener mamá, pero tenerla muerta, otro dicho colombiano aunque éste sí mucho más cruel.
Por fin pude ejercer mi poder para hablar como representante de Ascolbi en el evento. Comenté que oficialmente la postura de Ascolbi ante el tema de la federación (en cualquiera de sus variantes latinoamericanas) es que Ascolbi fortalecerá primero su asociación nacional antes de emprender un proyecto mucho más grande como el de una federación. En otras palabras tenemos que tener novia antes de querer casarnos.
Por otra parte mencioné que me alegraba que una federación ya llevara 5 años buscando consolidarse y estuviera pensando en su personería jurídica. Yo les comenté que conocía una federación que ya había hecho esa tarea hace más de 90 años, tenía 44 secciones de trabajo, cosa que también debe hacer la federación, montar grupos de trabajo y una estructura legal lo bastante consolidada para que podamos confiar en ella. Tiene sede en los Países Bajos y se llama IFLA. Si no somos capaces de afiliar a todos los países latinoamericanos a la federación mundial que tiene tanto momentum ¿por qué queremos ir un paso más allá y crear una nueva?
Respiro profundo y me repito mi mantra: «evitemos a toda costa duplicar esfuerzos».
Me alegró que muchas personas apoyaron mi postura. Particularmente recuerdo que Brasil, representada por Ricardo Cristafulli mencionó que si bien FEBAB es una federación, son pequeñas asociaciones que también necesitan fortalecerse y acogió con beneplácito mi propuesta.
Por otro lado se mencionó el Directorio regional de asociaciones y colegios bibliotecarios. Sugerí que pensáramos en las páginas de países o country pages del Mapa Mundial de las Bibliotecas de IFLA y conectemos los datos de dicho directorio con el Mapa. El mantra de nuevo: «Evitemos a toda costa duplicar esfuerzos».
Se mencionó que deberíamos tener presencia en la Sección de IFLA de Gestión de Asociaciones Bibliotecarias, grupo en el que participa activamente Alicia Ocaso y de hecho tenemos otra Latinoamericana, la vicepresidenta de ABGRA, Carolina López Scondras. Ésto me llevó a pensar nuevamente en el mantra: «evitemos a toda costa duplicar esfuerzos» y ahí en la sección conocida como MLAS habíamos empezado duplicando esfuerzos. Espero que tanto Alicia como Carolina desempeñen un muy buen papel, pero me gustaría más que nos comuniquemos para que evitemos a toda costa duplicar esfuerzos.
Al final de la reunión pidieron hacer una foto grupal. En vez de tomar una foto y compartirla por Internet quien tomó la foto usó tres distintos celulares. En vez de decir «Whisky» o «IFLAAAAA» como se suele decir en esta oportunidad dije «evitemos a toda costa duplicar esfuerzos». Hasta en la foto grupal repetimos 2 veces adicionales el esfuerzo.
El premio a la biblioteca Colombiana y mi próximo dibujo
De las mejores cosas que me han pasado en este reportaje es que empecé pensando que este tipo de reportajes no eran muy consultados. Pues he tenido muy gratas sorpresas porque he recibido muchos mensajes de colegas de diferentes lugares del mundo y algunos me han ayudado a documentar por diferentes medios como por Twitter lo que está pasando en el evento. Pillen por ejemplo este mensaje de Gustavo Gutierrez @biblioghetto en Twitter.
Y pues sí señoras y señores que otra vez Colombia y por extensión Latinoamérica la saca del estadio. La Biblioteca Pública Daniel Guillart de Cali, en el Valle del Cauca colombiano, se ganó el Premio a la biblioteca verde o Green Library Award de IFLA. Su propuesta “Gaia- En mi biblioteca la tierra también es de todos” maravilló a los jueves y ésto dijeron en su concepto final:
Ésta iniciativa involucra a participantes de todas las edades y a toda la comunidad en la generación de conciencia sobre la sostenibilidad y prácticas verdes con un impacto visible. Además, la biblioteca tiene proyectos innovadores para todas las edades, desde bebés a adultos mayores, incluyendo personas en situación de vulnerabilidad y esos proyectos combinan desarrollo de capacidades informacionales, desarrollo de capacidades ecológicas y lectura. La biblioteca está enfocada en empoderar a sus comunidades que enfrentan muchos problemas sociales y económicos para ayudar a reconstruir los barrios y hacerlos amigables con el ambiente, mientras también mejoran las condiciones sociales y económicas, o sin grandes recursos…
Traducción propia del anuncio de los ganadores del premio 2019.
El concurso recibió propuestas de 34 países, incluidos Austria, Botswana, Bulgaria, Colombia (con propuestas no sólo de Cali, sino también de Bogotá y Medellín), Egipto, Francia/Reunión, Hungría, India, Irán, Irlanda, Kazajistán, Malasia, México, Nigeria, Pakistan, Portugal, Rumania, Serbia, Singapúr, Eslovenia, Sudáfrica y Estados Unidos.
Entre los 5 finalistas quedaron Hungría , Irlanda, Francia/Reunión, Eslovenia y Estados Unidos. Lo que quiere decir que este premio se paseará por la Quinta, ojalá a ritmo de Superlitio, esa banda también caleña y como dicen Colmillos «nada es para siempre, todo tiene su final», hay que celebrar muchísimo este premio, pero también hay que mantener el ritmo y buscar el premio el próximo año. Y ésto no sólo para las bibliotecas caleñas, sino de toda Iberoamérica.
A propósito vé. Yo eso de las ilustraciones lo-fi lo saqué de éste video de Superlitio titulado lo-fi oís. Por eso los dibujitos que hago salen siempre en blanco y negro. ¿Coincidencia? No creo, como que tampoco creo que haya sido coincidencia que la representante de la Biblioteca Pública Daniel Guillart se haya sacado el papelito ganador de una camisa en la reunión de negocios de la Sección de Latinoamérica. Se fue más que premiada a Cali, bacano eso.
La Asamblea General de IFLA
En la Asamblea General de IFLA se vive uno de los momentos más importantes del evento: los integrantes de IFLA pueden votar y resulta particularmente simbólico que se vote en Atenas, cuna de la democracia. Voy representando a Ascolbi en este evento, pero mi asociación tiene un tipo de afiliación que no implica voto. Es una verdadera lástima que no podamos decidir por ahora, pero ahí vamos trabajando para poder tener un tipo de afiliación en el que podamos dejar de ser infantes (los que no tienen voz) en el mundo bibliotecario.
Gracias a que Alicia Sellés me explicó, puedo entender que ahí en esta foto Rauha tiene 11 votos: 10 por el cartón verde que le dan a las asociaciones y uno por el cartón azul, que le dan a las instituciones. Alicia al ser presidenta de Fesabid tenía un cartón rojo que es para federaciones, que si recuerdo bien vale 50 votos (actualización 2019-09-05 por este comentario de Doña Glòria y aquí el número de votos según la tabla de IFLA) que equivale a 20 votos. Yo soy afiliado individual de IFLA, pero no puedo votar.
Los afiliados individuales no aportan para el quorum y no pueden votar. Aquí te das cuenta lo importante que son las asociaciones bibliotecarias.
Otra de las cosas que resultó bastante extraña de esa Asamblea General es que el primer día se hizo muchísimo aspaviento a la Declaración de la División V. En la Asamblea General se plantean los temas a votar y ahí se puede hacer una moción para presentar la declaración a la Asamblea. Ningún integrante de la División V la presentó, por lo tanto la Asamblea General de IFLA no la votó, por lo tanto resulta ser una declaración ilegítima, carente de representatividad. Nuevamente nos quedamos en la endogamia, pero ahora a un nivel mayor: África, Latinoamérica, Asia y Oceanía haciendo declaraciones donde nos quejamos pero realmente no tomamos acciones que cambien nuestra situación mundial. Muy bonita la declaración pero sirve exactamente para tres cosas: para nada, para nada y para nada. Es decir, puede que las intenciones sean muy buenas con la declaración, pero todavía no la logramos, ala.
Nota
Perdón por publicar un día tarde el reporte, pero por problemas de salud tuve que tomar un descanso. En el reporte del sexto y último día les contaré. ¡Gracias por leer los reportes hasta acá y reportar sintonía!
David, como siempre un exhaustivo reporte que nos mantiene informados. Gracias por la preocupación Latinoamericana. Gracias por esa mención particular, recuerdo lo hablado y los intercambios que hicimos. Lamento que los costos para los latinoamericanos sean excesivos en cuento a nuestras posibilidades presupuestarias. Aquí las asociaciones que pertenecen a la Red Nacional de Asociaciones de Bibliotecarios de la República -RENABIAR http://www.renabiar.com.ar/ poseen personería jurídica, pero se les hace dificil la asociación a IFLA. Solo la nacional es miembro.
Te cuento que estamos luchando por transformarnos en una Federación que de nos de identidad y afiance el compromiso que hemos asumido. Gracias nuevamente y a la espera del próximo.
Hola Rosita.
Por lo mismo que resulta costoso creo que debemos comunicarnos, establecer redes de cooperación y buscar hacer mucho más con muchos menos recursos. Somos profesionales en acceso y uso de la información, por lo que no debería costarnos mucho.
Por otro lado lo de la federación vale la pena discutirlo mucho más. El ejemplo de FEBAB me parece interesante en la región, para ver si por ahí es la cosa o si tenemos que hacerlo con ajustes. La idea de la federación puede ser buena, pero como dijo Camila (Chile) cuando tengamos sesiones de mínimo 200 personas sí podríamos pensarnos una federación latinoamericana. Además creo que FESABID también es otro ejemplo a seguir. Tal vez federaciones sí, pero hay que ver cómo.
Termino de responder los mensajes por Twitter y los comentarios aquí y empiezo con el reporte del día 6. El último de esta serie de posts.
Nos veremos en el siguiente.
Hola, David. Debo decir que leer tus reportes es un placer: me mantengo informada del evento, me entero de los chismes, me entretengo con tus dichos colombianos y dibujos low-fi y hasta me culturizo con tus referencias musicales (mención especial a la referencia de Serú Girán. Me encanta Charly García😃) Gracias por esta labor y espero te recuperes pronto. Te mando un abrazo con querendura caribeña.
¡Hola Cleyra!
Gracias por el comentario y me alegra que te guste. Para mi Charly fue muy importante en mi vida, a los 16 años lo empecé a escuchar con juicio y tiene cosas increíbles. Hay muchas bandas locales que hacen cosas bacanas, pero a veces no les prestamos atención porque son locales. Como dicen «nadie es profeta en su tierra» y creo que hasta pasa con los bibliotecarios. Por eso promuevo la querendura para que apoyemos lo nuestro.
Gracias por los buenos deseos y ese abrazo con querendura caribeña me da una idea para el día 6, el informe final…
¡Querendura pa’ti, Cleyra <3!
Hola!
Como siempre, intensa la lectura y propones reflexiones que son una autocrítica para el sector, pero también una propuesta para cambiar las cosas. Me queda muy fuerte leer sobre corrupción y personas tan mal aprendidas (porque quiero dudar sobre el hecho de que sus padres y madres no les hayan educado bien, y pensar en que pues, no han querido aprender).
Sobre el idioma y la endogamia, me permito pensar algo diferente. Acompaño que debemos abrir el puente de conexión al mundo y no autoimponernos barreras. Si podemos hablar en ingles, debemos hacerlo, y si decidimos hablar en español, deberíamos tener la responsabilidad de hacerlo en un lenguaje neutro, fácil y claro; lo cual no es sencillo. En particular yo creo firmemente en que no somos nada sin empatía… y lo demostramos a diario. Si no pensamos en el trabajo de los interpretes, imagina cuán distinto hablamos en cada país de América Latina, y las dificultades de interpretación que implican un lenguaje técnico, como el bibliotecológico. Bueno… eso es lo que sucedió en la transmisión de streaming de LAC… Había personas hispanohablantes que no han pensado en hablar neutro, hablaron en uno de los idiomas oficiales de IFLA, el español, pero LAC decidió hacer la transmisión en ingles… con más de 40 personas conectadas, entre las cuales me animaría a postular que al menos el %90 eran latinoamericanas! (y por lo que leí, había un nodo de transmisión, es decir que eran más de 40) La interpretación fue un problema muy grande… imagina que los interpretes por momentos hacían minutos completos de silencio y tu veías que la persona hablaba y movía su boca… pero solo salían diapositivas… se notaba que había una dificultad enorme en la interpretación del mensaje… o por el tecnicismo, o por el regionalismo… o no lo se. De nuestra parte como sector, si vamos a hablar en nuestro idioma nativo en un lugar donde van a interpretarnos en otro idioma… deberíamos hacerlo en lenguaje sencillo, pausado, claro y neutro. Deberían pensarse políticas y buenas prácticas para ello, y promoverlas en IFLA LAC.
Sigo pensando, y no se si es endogámico lo que pasó. Todos los que vimos el streaming, quedamos con una gran frustración por no poder escuchar las presentaciones de nuestra propia región… no por no entender ingles, sino porque la interpretación no llegaba!
Otra desprolijidad absoluta, como mencionaste, fue que el programa era uno, y la realidad, otra… en un momento, alguien «representativo» del evento dijo «bueno, varias personas que iban a venir no lo hicieron, así que habrán menos presentaciones y más tiempo para preguntas»… Pero, no se pudo preguntar demasiado cuando de las pocas presentaciones que hubo, el mensaje no fue transmitido por los interpretes…
Sobre lo que mencionas con Santiago, algo similar pase cuando se organizó el webinar del Tratado de Marrakech… no entraré en detalles sobre las cosas que pasaron, pero si le dije a alguien en la organización «Pareciera que Ustedes trabajan con el enemigo dentro». Creo que IFLA LAC tiene un grandísimo problema con eso, no se como lo solucionarán… Tienen un desafío bien grande por lo que mencionas, pero creo que también tienen la oportunidad justa para el cambio.
Hola Virginia.
Como siempre es un gusto recibir tus comentarios. Y me alegra que podamos disentir con querendura.
Yo creo que hubo falta de preparación en la sesión: IFLA está aprendiendo a hacer streamings en vivo y algo que noto en tu comentario es que pareciera que hablaras de la sección de Latinoamérica y el Caribe (la conocida IFLA LAC) como si fuera todo IFLA y resulta que no: es apenas una de las 44 secciones de la gran IFLA. Seguro debieron haber malentendidos de parte y parte, pero como dices esto nos pone en el panorama una pregunta: si volvemos a tener streaming en vivo ¿cómo nos gustaría que saliera?
Tenemos que aprender a participar en línea, a saber que no se trata únicamente de los participantes presentes, sino que cada vez más necesitamos hacer uso de estas herramientas y contar con que tenemos otros amigos invisibles que pueden y tal vez quieren participar.
Planteas algo muy interesante con el webinar del Tratado de Marrakech: ahora que estoy en el comité espero que este tipo de cosas no se repitan, pero a la vez invitaría a que nos pensemos este comité no sólo como el comité de los integrantes del comité permanente, sino como el comité de todas las personas de la región.
Un fuerte abrazo.
Claro! En ese camino de disentir, también nos encontramos. Fíjate que hemos seguido con otros colegas las distintas transmisiones, y los problemas más notorios se sucedieron, efectivamente, en IFLA LAC. A mi entender, no podemos cargar todas las culpas a la sección, creo que incluso mi comentario apunta a una sugerencia de mejora para todas las secciones y que parte por generar mecanismos y guías de buenas prácticas para los oradores. El trabajo de los interpretes es una de las tareas más difíciles que existen, y creo que no se lo facilitamos en absoluto… En uno de tus post comentabas que un interprete se acerco a consultarte sobre la traducción de «querendura»… imagino que parte de las dificultades en las interpretaciones, se debió a algo así, pero magnificado. Creo que cuando nos toca transmitir un mensaje, debemos intentar, como un amigo me ha dicho, ser claros y precisos.
La regla 4 de la netiqueta dice: respete el tiempo y el ancho de banda de otras personas.
Ser claros y precisos también pasa por evitar mensajes kilométricos.
😉
Lo tendré en cuenta.
Hola David,
Gracias por estas crónicas tan detalladas que por fin he podido leer al finalizar el Congreso, ya en casa de vuelta de Atenas.
Por aclararte, el cartón verde de las votaciones equivale a 20 votos (no a 50) 20 son los que que tiene FESABID por su categoría de pago de su afiliación. Cada Asociacion o institución recibe un monitor que aclara estos temas juntos con sus papeles de derecho de voto que responde a los distintos colores según su nivel de afiliación o de membresía.
Doña Glòria.
Muchas gracias por la aclaración, ya actualicé el texto con esta aclaración y un enlace a la tabla con mayor información en el sitio web de IFLA. Me alegra mucho que quienes conozcan las reglas y los detalles puedan compartir su saber para entender cómo funciona esto y hacia dónde deberíamos movernos, que si entiendo bien es hacia el fortalecimiento de las asociaciones bibliotecarias, más que a los saberes académicos.
Un abrazo fraterno.
Admirado David, gracias por incluirme en tu reseña, es una bonita forma de sentirse cerca de IFLA después de las sorpresas que me llevé ante las intervenciones de la saliente IFLA LAC. Agradezco además la mirada crítica que reflejas siempre en tu Blog (sabes que incluso hemos debatido y seguiremos haciéndolo en algunos puntos), es un ejemplo que tendremos que reforzar en la comunidad pues, como decimos en Medellín: hay que discutir para no pelear.
Hay un punto que mencionaba en mis primeros correos a IFLA LAC, a propósito de mi selección para presentar en su sección durante el WLIC 2019: es muy perceptible la baja consideración que tiene la federación de los bibliotecarios que somos emprendedores o independientes. Quienes no estamos asociados a instituciones específicas (incluso si nuestro emprendimiento trabaja con bibliotecas), no solo no nos vemos reflejados en secciones o grupos de interés de IFLA sino que no podemos acceder a los beneficios de la mayoría de las pasantías, concursos o becas que ofrecen esta u otras organizaciones de alcance global y regional. ¿Cómo podemos ayudar para hacer más potente la comunidad bibliotecaria emprendedora?
Para cerrar el tema de #WLIC2019, solo quiero agregarte que en mi primer correo mencionaba la dificultad para confirmar mi presencia hasta bien entrado el año, debido a que no contaba con el patrocinio de ninguna institución y que quienes ofrecieron patrocinarme (grandes firmas de bibliotecas digitales que prefiero no mencionar) condicionaban este apoyo a su elección para todos los proyectos de transformación digital que hiciere mi empresa; por supuesto no acepto ningún tipo de acuerdo que comprometa mi objetividad profesional. Este tipo de propuestas son tan usuales en nuestra región que olvidamos que también constituyen una forma de corrupción.
Finalmente, debo decir que me alegra que esta nueva etapa de la sección Latinoamérica y Caribe nos invite a participar a quiénes la cotidianidad nos ha alejado de las asociaciones formales, así que aquí estoy a tu disposición para ayudar con la querendura que profesas y ejerces.
Un abrazo.
¡Santi! Como siempre muy bienvenido por este terreno digital.
Gracias por compartir eso de «hay que discutir para no pelear». Efectivamente tenemos diferencias en varios temas, pero me alegra que también tengamos cosas en común para seguir cruzándonos en ambos casos a ver qué resulta de todo esto.
Sobre los emprendedores te sugeriría revisar las iniciativas que tienen las asociaciones de bibliotecarios, por ejemplo en Ascolbi se abren esos espacios a las afiliaciones institucionales, lo que abre la puerta a las empresas. Por otro lado en el grupo de acción política de Ascolbi, #BibliotecariosAlSenado, pueden participar diferentes personas y organizaciones que no necesariamente son bibliotecas: allí se encuentran organizaciones del sector privado y de la sociedad civil para aportar a la comunidad de práctica, que de hecho si te interesa, estas más que bienvenido. Asimismo he visto espacios en varias secciones y grupos de IFLA y si quieres con gusto revisemos esto para ver qué encontramos.
Creo que no esta mal que haya patrocinios y participación del sector privado, pero hay que tener ciertas claridades y esa que mencionas es muy válida. El caso del Clúster de FESABID o el grupo de empresarios de Ascolbi son otros ejemplos de sana convivencia entre el sector privado y la participación en asociaciones bibliotecarias. En conclusión se puede, pero hay que saber cómo.
Ya nos iremos encontrando en el camino.
Un fuerte abrazo de vuelta.