Martha Nussbaum, en su libro Sin fines de lucro (2014), plantea una preocupación con respecto al desplazamiento de las humanidades en la formación académica por parte de áreas más utilitarias y competitivas en el mercado, en función de la producción económica, sobre aquellas que tienen la capacidad de generar una mirada crítica, el pensamiento por sí mismo de las personas. Aquellas que forman ciudadanos. Presenta este fenómeno como una crisis invisible en la actualidad, no obstante, en tiempos de cambios tan vertiginosos, ampliar el horizonte nos podría llevar a establecer nuevas relaciones entre los sucesos que acontecen en el cotidiano del siglo XXI.
Humanidades Digitales y las nuevas ciudadanías
Continuando con las ideas de Nussbaum, las humanidades han tenido la capacidad de desarrollar un pensamiento crítico en los ciudadanos y de hacerlos afrontar los problemas internacionales como unos “ciudadanos del mundo”. Esta apreciación cobra mucha más fuerza si ponemos en consideración que hoy en día el número de usuarios de aplicaciones móviles1 puede triplicar la poblaciones de naciones como Uruguay, igualar la de un país como Ecuador o ser un poco más de la tercera parte de la población colombiana.
Este fenómeno por supuesto implica una nueva forma de relacionarnos y de cómo realizamos nuestras actividades cotidianas: nuestros hábitos de consumo, cómo aprendemos, accedemos a la información o la generamos. Marshall McLuhan desde mediados de siglo XX teorizó estos fenómenos y acuñó el término aldea global en los años 70´s, para referirse a cómo los medios de comunicación electrónicos influenciarían las actividades de las personas en las décadas posteriores, hasta la descripción de las implicaciones culturales que las nuevas tecnologías de la información que discutiría Pierre Lévy (2007) ya entrados en el siglo XXI. De fondo persiste la pregunta sobre cómo las formas en que se desarrollan las humanidades se adaptarán a los rápidos cambios en la tecnología y cómo esto afectará la actividad humana.
Procomún y medios de aperturas de la información
La capacidad de relacionarnos con personas que tengan nuestros intereses, nuestros gustos y que compartan valores comunes, implica la posibilidad de creación, de trabajo y, sobre todo, de dar un respiro, dejar el torbellino que nos mantiene a la expectativa de ver hacia el futuro y reflexionar un poco en lo que ha pasado, lo que hemos heredado. Finalizando el 2016 como parte de un proyecto de crowdfunding editoriales de España, Argentina, Perú y México tradujeron al español, bajo el lema “piensa globalmente imprime localmente”, editó la obra Pensar desde los comunes, escrita por David Bollier( 2014). Lo interesante de esta obra es que describe cómo desde hace siglo prácticas comunes están retomando vigencia y visibilidad en la actualidad, a partir de las interacciones que las tecnologías nos han posibilitado. Una expansión hacia lo digital de aquello que realizamos desde siempre. Un acto de comunicación y gestión de bienes que tienen en común comunidades humanas.
Así como Sennett (2010) describe el trabajo colaborativo y heredado en la construcción de grandes catedrales o las labores enciclopédicas, hoy contamos con actividades similares en la versión digital, por ejemplo la enciclopedia libre Wikipedia o la misma conformación de la red, en donde no solo los Estados o las empresas privadas son llamados a su gobernanza, sino también la sociedad civil está involucrada directa o indiréctamete en su desarrollo, no solo físico, sino digital.
Las llaves de la apertura
La posibilidad de involucrar a la ciudadanía en distintos aspectos relacionados con la información que nos interesa, se aterrizan y se alojan en un plano más detallado y accesible, sobre todo para el desarrollo de las humanidades en el entorno digital. En la guía de Drucker, Kim, Salehian y Bushong (2014) se copilan algunos de los elementos y herramientas a tener en cuenta para la actividades que se desarrollan desde los distintos campos de las humanidades y que pueden ser llevados al entorno digital. Poder acceder, organizar, reinterpretar y poner a disposición de las personas información desde cualquier lugar del mundo y a cualquier hora implica un trabajo a muchas manos enfocadas en un fin común: la capacidad de desarrollar un pensamiento crítico sobre lo que nos sucede hoy y cómo eso se relaciona con nuestro pasado.
Ponerse en el lugar de otra personas, generar interés por su vida y logros para pensarnos a nosotros mismos como ciudadanos del mundo, es un trabajo que desde las humanidades digitales se ha empezado a indagar, un camino abierto, pero resolver este trabajo implica mirar y conocer a los otros, sus habilidades, experiencias, conocimientos, sus aportes desde disciplinas científicas, establecer diálogos que logren nuevas soluciones para los nuevos problemas que enfrentamos. Todo esto para que más personas puedan reutilizar, reimaginar su historia, su cultura y rescatar o generar nuevos valores que den como resultado mejores ciudadanos para este mundo.
Bibliografía
Bollier, D ( 2014) Pensar desde los comunes. Primera edición colaborativa:Sursiendo + Traficantes de Sueños+ Tinta Limón + Cornucopia + Guerrilla Translation Noviembre, 2016.
Drucker, J., Kim, D., Salehian, I., & Bushong, A. (2014). Introduction to Digital Humanities Course Book: Concepts, Methods, and Tutorial for Students and Instructors.
Martha C. Nussbaum. (2014). Sin fines de lucro (Primera edición). Colombia: Katz Editores.
Pierre Lévy. (2007). Cibercultura: Informe al Consejo de Europa (Primera edición). Anthropos.
Sennett, R. (2010). El artesano (Segunda edición). Barcelona: Anagrama.
Notas
1Para mediados de 2016 Pókemon Go! Superó los 15 millones de usuarios en el mundo. Más información en el artículo de el periódico El Mundo. En línea, disponible en: http://www.elmundo.es/tecnologia/2016/07/11/578361e7e5fdea07288b456c.html
Dijo el maestro Rincón «lo digital es más que el medio, es el modo». Provocadoras palabras que desvirtuan la idea de que el medio es el mensaje, como había dicho Mclluhan y para debatir si es el medio el que incita a nuevas formas colaborativas o si es la manera como se adaptan, se expanden, se transforman, se potencian, esas maneras en las que los colectivos, las organizaciones, las amistades hemos construido ciudadanías. Todo esto para decir que si bien creo en que las Humanidades Digitales son la manera de nombrar algo que existe por fuera de la academia, viven cuando fuera de las plataformas hay mediaciones reales, cafés, cervezas, encuentros anuales, cercanías. Eso también es parte del llamado crítico y es que tener cinco mil amigos en una red no significa tener amigos de verdad,… y esas cosas que ya sabemos… si somos críticos, si somos parte de las resistencia a los modelos económicos, al capitalismo cognitivo, emprendemos las humanidades como dijo Arturo Escobar, desde abajo, por la izquierda y con la tierra….y con internet, la máquina y las tecnologías….
Entonces digo que chévere seguir escibiendo sobre, seguir leyendo este tema, sobre muchos, sobre otros, explorar esas ciudadanías, esas colaboraciones.
Saludos,
Ju_anacrónica
Hola Ju_anacrónica ¿cómo va todo?
Yo lo complementaría con lo que dijo Bob Frankston sobre qué es Internet.
Saludos.