Día 10: Biblioteca pública Manuel María Aya Díaz #30dias30bibliotecas

Entrada Biblioteca Manuel María Aya Díaz

Esta publicación hace parte del reto 30 días, 30 bibliotecas. En esta ocasión dimos un salto a un municipio cercano a la capital del país: Fusagasugá.

La ubicación

Fusagasugá está ubicada a 56 kilómetros al sur occidente de Bogotá. es la ciudad capital de la provincia del Sumapaz, en el departamento de Cundinamarca.

La visita

La visita fue mas que merecida. Esta biblioteca municipal la conocí y visite por primera vez a finales del siglo XX. En ese momento vivía en este municipio y era una fuente de información para resolver las tareas de mis clases de bachillerato. Unos años después me mude a Bogotá y nunca mas volví a pisar esta biblioteca. Por una vista ocasional a la ciudad, y aprovechando el motivo de estas publicaciones, resolví volver a consultar esta biblioteca y contrastar esta experiencia con mis recuerdos.

Poco antes de llegar, durante el día de la visita, estuve rememorando la ultima vez que estuve consultando libros. Recordaba que la biblioteca se ubicaba en un segundo piso, en una construcción ubicada junto a la casa de la cultura de Fusagasugá. La consulta, en ese entonces, se hacia a través de la bibliotecaria, una señora mayor y amable; la colección era cerrada y con un turno se entregaban los libros. Creo que lo último que consulte fue un atlas.

Cuando llegue a la casa de la cultura vi varios cambios, así que pregunte si la biblioteca todavía funcionaba en ese lugar. Cuando llegue al edificio note que la vía de acceso había cambiado. La biblioteca seguía en el segundo piso. Antes de llegar a las escaleras se encontraba un punto de Vive Digital. Al subir las escaleras fue muy evidente el cambio de la biblioteca, mis recuerdos no coincidían para nada con lo que estaba viendo.

Entrada de la biblioteca municipal
Entrada de la biblioteca municipal.

La primera impresión de la visita fue muy buena, espacios amplios, colección abierta, un lugar para exposiciones, sala de lectura, de computo y un pequeño auditorio en donde estaban presentando un película infantil. Me acerque al lugar en donde se encontraba el bibliotecario, Mauricio, nos saludamos y luego me pregunto si podía ayudarme en algo, si era mi primera vez en la biblioteca. Le dije que estaba de visita y que mi ultima visita fue hace 16 años, algo le causo gracia y se acerco. Me pidió diligencia un formulario, un registro de visita. Cuando termine, me hizo un recorrido por el lugar.

Mauricio se tomo su tiempo para explicarme la distribución de la biblioteca, donde estaban localizadas las distintas áreas del conocimiento y la sección de literatura, las mesas de lectura, el auditorio y una breve indicación de los servicios que prestan, particularmente los relacionados con el préstamo y el uso de computadores. También menciono servicios adicionales como talleres de lectura y escritura.

Mientas me mostraba el espacio de lectura, vimos a un niño atrincherado junto a un ventanal, con sus cuadernos, mochila y algunos comestibles hablando por celular, lamentándose porque estaban presentando una de sus películas favoritas, y el ahí haciendo tareas. Cuando termino su llamada siguió concentrado en lo que estaba haciendo.

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Foto: Leonardo Ramírez Ordóñez

Luego de esta presentación Mauricio siguió hacia su escritorio y me dejo en libertad de explorar los libros que quisiera, recomendando dejar los libros sobre la mesa después de consultarlos, para que él o una de las personas que se encontraba prestando su servicio social en el lugar los ubicara en el orden correcto.

Recorriendo los estantes por mi cuenta pude ver que la colección de literatura tenia los ejemplares mas antiguos, algunas ediciones que nunca había visto de autores colombianos y un buen numero de novela gráfica. También un espacio dedicado a la literatura infantil muy llamativo, por cierto. Junto a los libros de literatura infantil encontré una espacio de exposición. La muestra estaba compuesta por fotografías y textos. La primera imagen que llamo mi atención fue la de una persona en un ambiente de discoteca, algún recuerdo llego a mi y al ver los textos note que esa y todas las demás historias trataban mitos y leyendas de Fusagasugá, historias que nos contábamos con otros compañeros de colegio para asustarnos.

La muestra hacia parte de un taller de fotografía y estaba basado en un par de publicaciones de hace unos años en donde se recopilaron y publicaron estas historias en el marco de un proyecto de recuperación de memoria oral de la región.

Un poco de contexto

La biblioteca esta ubicada en un sector de la ciudad aledaño a varios colegios de la ciudad. Lleva el nombre el ciudadano Manuel María Aya Díaz descendiente de la familia Aya, reconocida desde tiempos coloniales en la región. Manuel Aya Díaz paso sus últimos días en París, al morir destino su herencia a la construcción de una fundación educativa que lleva su nombre y su biblioteca.

Según el Sistema Nacional de Información Cultural (SINIC), fue constituida en 1992. Es una biblioteca publica municipal y esta vinculada a la Red Nacional de Bibliotecas Publicas.

Sobre el origen de la biblioteca publica de la región, se dice que Jorge Tadeo Lozano, dueño de la hacienda Chinauta, en donde frecuentaron científicos como Mutis, Humboldt y Caldas y otras personalidades de la época. Esto pudo haber sido un motivo que el fundara la primer biblioteca publica en la casona conocida, actualmente, como el Viejo palacio municipal.

Los alrededores de la biblioteca

En los alrededores inmediatos se encuentra la quinta La Tulipana, edificación republicana construida en el siglo XX, es sede de la actividad cultural del municipio. En el mismo terreno hay una sede del SENA y una amplia zona verde.

En los alrededores inmediatos se encuentran las sedes del colegio Carlos Lozano y Lozano, que van desde el jardín infantil, la escuela básica primaria y bachillerato. En las mismas instalaciones funciona una sede de la Universidad INCCA. En la misma manzana se encuentra el colegio Fundación Manuel Aya y frente a este colegio una frutería excelente.

Las fotos

Por Leonardo

Leonardo es Profesional en Ciencia de la Información – Bibliotecólogo de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá. Interesado en temas relacionados con la cultura libre, el procomún, internet y la cotidianidad.

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