La Biblioteca como Biblioteca

Nouvelle salle de la Bibliothèque imperiale, gravure tirée de L'Illustration du 30 mai 1868 (Bibliothèque des arts décoratifs, Paris).
Nouvelle salle de la Bibliothèque imperiale, gravure tirée de L'Illustration du 30 mai 1868 (Bibliothèque des arts décoratifs, Paris).

Durante el 2014 pasaron varias cosas interesantes, muchas muy efímeras y otras mucho más constantes y sonantes. En este periodo de inicio de año, época en la que se puede rumiar algunas de las tendencias que marcaron un poco el año pasado que se cruzaron con la bibliotecología en el país. Por supuesto este texto se limitará a un tema: makers y hackers en la biblioteca.

El tema llamó mi atención, particularmente, luego de encontrar variedad de textos vídeos y contenidos en algunos pequeños círculos de bibliotecólogos en el país, aunque el tema se extendió, por supuesto, a muchos otros sectores y grupos, en donde el uso de estos términos era constante y sonante.

Desde el inicio de año uno de los espacios más llamativos en donde se podría tener la esperanza de experimentar una posible adaptación de una actitud hacker o maker en Bogotá fue el Laboratorio de la Biblioteca Nacional de ColombiaLABN. En él se realizaron varias charlas sobre distintos temas y de vez en vez un taller práctico. Fuera de estas actividades, el laboratorio estaba abierto al público, en donde prestaban el espacio y equipos. Pronto la preocupación, por debajo de cuerda, parecía ser que cuando no habían eventos el espacio era visto como un café internet, una idea con la que nunca he estado de acuerdo cuando se señala a las bibliotecas. Siempre me ha parecido que en un café internet se tiene más libertad de acceso a la hora de navegar en la web.

También recordé una iniciativa que me pareció interesante aunque desafortunadamente no hice parte de ella, un blog colaborativo, que lastimosamente no está habilitado en el momento, Obturisti.co, que fue una iniciativa de Mauricio Fino en donde se comentó alguna vez desde este blog, con la participación de Brigitte Baptiste. Dándole vueltas a este asunto pensé que iniciativas de este tipo son una buena alternativa a espacios colaborativos del tipo Biblogtecarios o Infotecarios pero a un nivel más local, un buen medio de registrar la producción de contenidos digitales desde un punto geográfico «más íntimo».

A esto se le suma una presentación de Alejandro Piscitelli sobre bibliotecas y cultura maker referencia da al final de este post*. Con esto, se puede ver a mediados del 2014 una tendencia fuerte, no sólo en el campo de la bibliotecología, de explorar y comentar los espacios de trabajo colectivo presentándolos bajo una etiqueta de maker o hacker. Aunque también exista cierta preocupación sobre la manera en que los profesionales de la información y bibliotecólogos puedan hacer a partir de estas tendencias. Por ejemplo lo que se menciona en el post titulado «Estimado bibliotecario, ¿a qué juegan las bibliotecas?» (ver el enlace anterior), en donde se genera una nube de preguntas al rededor del tema, el conocimiento de los profesionales sobre el asunto y, por supuesto, ¿qué hacer para dejar de hacer lo que siempre hemos hecho y dar un paso adelante?

Una luz de bengala apareció en este camino luego de recordar haber visto el vídeo sobre la presentación, justamente en la Biblioteca Nacional de Colombia, sobre «Las Pata-Bibliotecas/Biblioteca» realizado el pasado mes de noviembre. En esta presentación se muestra una imagen de una biblioteca universitaria de 1610 que «de alguna manera podría representar la forma como los usuarios ven a los bibliotecólogos…» transcribiendo las palabras del ponente, pero ¡un momento! ¿es así como de alguna manera nos ven los usuarios o como de alguna manera nos vemos a nosotros mismos? En cualquier caso es un punto interesante de discusión y, que por supuesto, me llevó a una imagen de un par de siglos más adelante en donde se ve una biblioteca pero tal vez con otros ojos.

Nouvelle salle de la Bibliothèque imperiale, gravure tirée de L'Illustration du 30 mai 1868 (Bibliothèque des arts décoratifs, Paris).
Nouvelle salle de la Bibliothèque imperiale, gravure tirée de L’Illustration du 30 mai 1868 (Bibliothèque des arts décoratifs, Paris).

Del cajón de los recuerdos encontré esta imagen de un folleto que llegó de nuestro corresponsal en el congreso mundial de IFLA 2014 en Lyon, en donde se ve a las personas hablando, otras, al parecer, discutiendo y algo más de movimiento lejos de las estanterías estáticas. Una imagen muy diferente a las del siglo XV, pero también alejada de lo que parecemos representar actualmente, más allá de las etiquetas.

Entonces hasta este punto podríamos pensar en un nuevo nombre con el cual podemos llamar la transformación de las bibliotecas o podemos tomar la actitud de transformar las bibliotecas. Por supuesto se debe valorar todas estas iniciativas y tomarlas como un punto de partida, si bien ya se ha discutido (y por cierto, lo seguimos haciendo en esta entrada) por qué no pasar a la práctica, hacer un esfuerzo por dar el paso.

Tal vez uno de los mejores ejemplos venga de los lugares más inesperados y algo alejados del espacio físico que representa una biblioteca, una iniciativa que duro poco aunque se desarrolló de una manera muy intensa desde el corazón de los estudiantes de pregrado que se generó y avanzó en la  iniciativa de crear un espacio de discusión en el laboratorio de Ciencia de la información y Bibliotecología de la Pontificia universidad Javeriana, denominado Tardes en el LabCi. Algunas de las sesiones fueron documentadas en este sitio.

De esta experiencia solo quedan algunas preguntas ¿Qué más y en qué otros lugares falta documentar las experiencias de este tipo? ¿qué tan constantes son? Bueno, las respuestas seguramente aparecerán mientras transcurre el año, sin embargo ¡se los advertimos!  si estas iniciativas continúan, estamos prestos a colaborar en su desarrollo, por ahora es nuestra alternativa para dar ese «paso hacia adelante» sin la necesidad de renombrar la biblioteca, el espacio de construcción y recopilación de conocimientos y experiencias  más antiguo que tenemos y trabajarlo como es: como La Biblioteca.

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* Actualmente el enlace que se presenta no conduce a ningún lugar, pero básicamente es una versión anterior a está otra presentación  extraída de su página en Prezi en donde se refiere a la cultura maker dirigido a otro público.

 

Por Leonardo

Leonardo es Profesional en Ciencia de la Información – Bibliotecólogo de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá. Interesado en temas relacionados con la cultura libre, el procomún, internet y la cotidianidad.

1 comentario

  1. Creo que el no conocernos lo suficiente o no valorar lo que somos es lo que nos empuja a querer ser otra cosa, por eso hay un montón de «tendencias» que resultan muy llamativas pero no tienen longevidad. Por ejemplo ahora se avecinan los CRAI (Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación) que podrían ser quienes reemplacen a los makers-hackers-bibliospaces.

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