Sección de Objetos perdidos II

Hace unas horas leí un artículo sobre las modalidades que tiene Facebook para saltar las barreras de protección de la información personal suministrada por los usuarios, de golpe llegó a mi mente lo que había hecho con la libreta de apuntes que encontré en la biblioteca y de la cual ya había comentado en días anteriores. Volví a revisar esos apuntes y fue inevitable volver a referirme a los relatos que allí encontré. Lo que me sorprende es que todavía no he encontrado una datación exacta de estos escritos y al ser una obra inédita, si así se le puede llamar, no podría hacer lo que leerá a continuación:

«En el infierno cabemos todos»

Algunos caminos aun están destapados y los campesinos o quien se encuentre en estas rutas esperan a un lado. El medio de transporte son unas camionetas capaces de soportar las travesías por las rutas rocosas y serpenteantes, avanzan rápido a pesar de todo y siempre se las ve dejando un rastro espeso de polvo en su andar.

En esta ocasión la camioneta en la que me encontraba estaba llena, era un día caluroso. Entre el zarandeo provocado por el estado de la ruta y las caras poco expresivas de los demás pasajeros me dejé ir por el rastro de polvo en el aire que dejaba a su paso el vehículo. Cuando  aminoró el paso, escuché a un nuevo pasajero hablando con el conductor.

– Buenos días, ¿sí hay campito?

-Pues mire a ver

Fue lo que dijeron, se escuchaban los pasos del tipo entre las piedras mientras caminaba a un lado de la camioneta hasta llegar a la parte de atrás en donde nos encontrábamos la mayoría de los pasajeros. Algunos llevaban maletas, otros bultos de algún alimento y algunos hasta gallinas o pollos cargaban en el viaje. Luego el tipo sólo dijo:

-¡Ah! pues si todos vamos a caber en el infierno, por qué yo no voy a caber acá…

Me pareció que el tipo tenía claro hacia donde iba.

La pregunta que me surge es ¿si dejara este texto en paz qué memoria estaría dejando perder entre el polvo y el olvido de una biblioteca pequeña? ¿Será posible encontrar más documentos de este tipo? y si las hay ¿Es posible recuperar o revivirlas por medio de la difusión y adaptación a otros formatos?

 

Por Leonardo

Leonardo es Profesional en Ciencia de la Información – Bibliotecólogo de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá. Interesado en temas relacionados con la cultura libre, el procomún, internet y la cotidianidad.

1 comentario

  1. Hola.

    Este post me recordó un evento de la biblioteca Luis Ángel Arango llamada «Comparto mi voz» de la que escribí hace algún tiempo. Creo que la falta de obras digitales es porque hace falta escritores «digitales».

    Chévere la historia. Seguro todos vamos a caber allá. Como dicen las Almas: Te veré allá afuera 😉

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