Aquí mi propuesta para pasar del acceso abierto a la ciencia abierta, en la Semana del Acceso Abierto 2018: publiquemos el «código fuente» incluso aunque no seamos desarrolladores de software.
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El cómic
Una forma sencilla de interpretar este panorama general es la idea de ofrecer el código fuente. Entre los desarrolladores de software, un programa tiene dos partes: 1) su código fuente, que permite modificaciones y a su vez es el que genera 2) el ejecutable, que es el programa funcionando.
Si llevamos la idea de código fuente a los procesadores de texto, podría decirse que un documento en pdf es el ejecutable, el resultado de la escritura y su código fuente es el archivo en Word que lo generó. Quienes han intentado modificar un pdf sabrán que es mucho más sencillo modificarlo si tienes acceso al archivo en Word que lo produjo.
Es por esto que me gusta pensar que quien además de abrir el resultado de una investigación mediante el acceso abierto ofrece acceso al “código fuente” de su investigación es como el vecino que pone flores en su balcón: ayuda a embellecer su vecindario. Ayudará a que los investigadores de su campo del conocimiento tengan más para avanzar en sus investigaciones.
David Ramírez-Ordóñez en El acceso abierto como primer paso para la ciencia abierta
Lea aquí el texto completo: El acceso abierto como primer paso para la ciencia abierta
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