¿Qué retrasa el desarrollo de los colombianos? Analizando el cumplimiento de normas y acuerdos

Normas, por Coloresmari
Normas, por Coloresmari

Cómo un colombiano puede hacerle perder la cabeza a un extranjero

Ella pidió que se arreglaran las cortinas del apartamento y Antonio* sería el encargado. Era simple: Desatornillar aquí, cambiar las feas y viejas persianas por un nuevo aparato más fácil de usar, volver a atornillar allá y listo. Tiempo total del procedimiento: 35 minutos, incluida una invitación a tomar café por el arreglo. Han pasado tres semanas y las feas persianas siguen allí. Antonio, el «man» que debe cambiar las persianas ha venido tres veces únicamente a tomar medidas. ¿Cuántas veces tiene que venir a tomar medidas para saber el tamaño de las cortinas?

Antonio es un tipo con mucha suerte. Cada vez que vuelve a tomar medidas, ella está ocupada y quien abre la puerta soy yo. Antonio ha concretado citas con ella en más de tres ocasiones: «Voy el sábado en la mañana», pero el problema es que no le dice qué sábado irá. Además para Antonio «la mañana» va desde las 8 AM hasta las 4 PM.

«Si veo a este tipo le voy a decir que no vino a la hora que acordamos». No estoy tan seguro de que se lo diga. Creo que si lo ve le dará una patada ninja. Haber concretado dos citas y no haber cumplido a ellas sólo puede superar su irrespeto por la falta de no llamar a excusarse. ¿Quién se cree? me reclama ella. ¿Acaso piensa que yo me voy a quedar toda la mañana esperándolo y que no tengo nada más que hacer?

Ayer sábado, Antonio vino. Le abrí la puerta y me dijo nuevamente que iba a tomar medidas. Lo dicho: Tres semanas y las cortinas feas siguen ahí. Lo bueno fue que hoy vino a arreglar unas goteras. No fue lo que le pedimos, pero imagino que piensa que este arreglo suple el otro. Este tipo de faltas no sólo ocurren con los extranjeros, a «Doña Patricia» también la dejaron plantada. En el minuto 6:50 Doña Patricia pierde los estribos: «¿Por qué se tienen que burlas de la gente así?».

El irrespeto a las normas y acuerdos

Para saber más sobre por qué se incumplen las normas he revisado tres autores diferentes. Gregorio Peces-Barba y su libro Ética, poder y derecho, Las Normas de papel de Mauricio García Villegas y Cumplir para convivir, de Antanas Mockus y Jimmy Corzo. En general encuentro que las normas no se cumplen porque no se interpretan como un bien público. Se entienden las normas como algo impuesto por entes externos y no como acuerdos comunes para facilitar las transacciones entre dos o más involucrados con intereses diferentes.

Otra de las razones por las que las normas no se acatan, según el texto de García Villegas, es porque no hay un castigo social. Se entiende implícitamente que quien comete una falta no tiene por qué ser castigado y por eso es más probable que vuelva a cometer la falta.  ¿Qué pasaría si cada uno de nosotros, al ver una falta reclamara por que se cumpliera la norma que creemos que debe respetarse? Si la respuesta es «No reclamo por miedo a que quien falte a la norma tome represalias» quiere decir que los incumplidores han vencido. Quiere decir que la norma no puede hacerse cumplir. Quiere decir que cualquiera puede volverse un incumplidor, pasando por encima nuevamente de nosotros y que ha vencido la cultura del miedo. Es por esto que reclamar es importante. No hablo de grandes reclamos: Si un taxista no te cobra lo que debe cobrarte ¿debes dejarte? ¿Acaso no tienes derecho a pedir verificar la tarifa que te cobran?

La falta de armonía entre ética, poder y derecho

Desde hace algún tiempo me interesan los debates referentes al derecho de autor y su relación con las bibliotecas. He encontrado que las prácticas culturales no van en la misma dirección de las normas. Además, he visto que cuando se busca actualizar una norma no se consulta a las personas interesadas o afectadas, lo que afecta la construcción de una norma consensuada. Si no hay consenso, hay una excusa para irrespetar la norma porque no refleja los intereses de uno o varios de los involucrados.

Hay cierta similitud entre el trabajo de Gregorio Peces-Barba y Antanas Mockus, particularmente tres figuras:Para Peces-Barba los tres elementos son la ética, el poder y el derecho. Para Mockus son la ley, la moral y la cultura. Peces-Barba y Mockus hablan de que las mejores normas son aquellas cuyos tres factores están armonizados de la mejor forma posible. Esto porque nunca se va a lograr una armonización completa de estos tres aspectos. En uno de estos documentos se preguntan si tiene sentido una norma que se cumple totalmente o una norma que nunca se cumple. Por ejemplo: ¿Debemos regular la ley de la gravedad para que se cumpla? ¿Tiene sentido crear una ley de derecho de autor que nadie cumpla?

¿Qué retrasa el desarrollo de los colombianos? Entrevista a Antanas Mockus

Encontré esta entrevista de algo más de tres minutos que es muy diciente.

Ley + Moral + Cultura = Desarrollo. Así empieza esta entrevista.  Estos tres aspectos son los que mencionaba en la sección anterior, que aquí se presentan como los ingredientes para que haya desarrollo en Colombia. Aquí algunas frases que quiero resaltar:

  • El autoengaño es una fuente muy grande de lentitud en el desarrollo.
  • Lo que más necesitamos en Colombia es confiabilidad, precisión, cumplimiento de los acuerdos.
  • Los calzones amarillos para año nuevo se venden el 31, no el primero o dos de enero… Entonces cantidad de cosas requieren rigor.
  • El propio clima, la propia geografía tiene tantos impredecibles que en ese ambientes necesitamos los seres humanos ser predecibles. ¿Qué nos hace ser predecibles? Respetar las normas, respetar los acuerdos.

Una propuesta

Piensa en las normas que crees que deberías cumplir y empieza a cumplirlas. Desde mi clase de ética de la información he tratado de cumplir lo que me gustaría que cumplieran conmigo. Por ejemplo ser puntual con mis citas o entregar trabajos a tiempo. He de confesar que he cometido fallas, que me han costado hasta amistades, pero somos humanos y esto a veces pasa. Entiendo la confiabilidad como un bien que espero ofrecer.

Sobre las normas que me parecen injustas, propongo que se hagan reclamos, se manifieste o se haga explícito de alguna forma por qué una norma no debería cumplirse. Hay que argumentar muy bien para defender la posición propia, pero también hay que estar dispuesto a ceder en caso de perder ante un argumento más fuerte.

*Nombre inventado.
** Usé la foto Normas, por Coloresmari

Por David Ramírez-Ordóñez

Hola. Soy David. Docente, bloguero y bibliotecario digital. Desarrollo proyectos digitales desde el 2005. Más de mi en este enlace.

6 comentarios

  1. Apenas leí este post recordé dos cosas. La primera, este tema está muy relacionado con el grupo federici de la UN y su objetivo de formación ciudadana y educación en ciencias. Ya el enlace sirve : http://bit.ly/1i8QXt6

    La segunda, que también tiene relación con el tema, es una clase que tomé hace unos semestres, Filosofía para niños. Allí me di cuenta de la importancia de inculcar razonamiento y argumentación en los chinos. Aquí comparto mi examen final de la materia. Una ficha pedagógica donde se quiere reflexionar sobre la mentira a partir de la película I Am Sam: http://slidesha.re/1ygMR6X

    Es curioso, pero tal vez es uno de los trabajos de los que me siento más orgullosa, aunque era una electiva y era la única bibliotecóloga del grupo de 30 niñas y 2 niños. Donde una vez más, me tocó explicar qué era Bibliotecología y por qué estudiaba esta carrera.

    1. ¡Hola!

      Muchas gracias por compartir.

      Claro, Mockus proviene del Grupo Federici, como aparece en el enlace que nos dejaste. A mi me llama mucho la atención la cultura de la legalidad y el cumplimiento de normas. De hecho me interesa saber sobre cómo se incumplen las normas y la actitud de las personas ante normas injustas.

      Me gustó mucho tu trabajo, muy interesante. Me quedé con ganas de ver los videos, creo que los deshabilitaron. Una de las respuestas más contundentes me pareció: ¿Podrías sólo mentir en algunos casos y no siempre? – ¿Qué crees tú? ¿Se es uno sólo a veces?
      Esto de hecho me recuerda el juicio de Eichmann analizado por Hannah Arendt, de donde proviene el concepto de «banalidad del mal».

      Me alegra que te sientas orgullosa por este trabajo. Es muy interesante porque no plantea un asunto trivial: Los niños fueron cuestionados, pero de hecho ellos nos cuestionan a nosotros (como lectores).

      Yo opté por no explicar. Ni que es la carrera ni por qué se estudia. Es curioso que una electiva cree estos espacios. Eso demuestra que las joyas de la educación que recibimos pueden venir de cualquier lado: No tiene que ser una clase del núcleo común.

      ¡Saludos!

      1. Busqué los videos por otro lado pero no están Creo que por derechos de autor los bajaron de youtube. 🙁 Las escenas donde Lucy miente son (que recuerde): la primera, cuando se niega a admitir que sabe más que él (cuando estaban leyendo en voz alta y él se da cuenta porque no puede leer un libro más complicado que green eggs and Jam del Dr. Seuss). La segunda, cuando se fuga con su papá y van al parque y la tercera, cuando «cruza» los dedos ante el juramento del interrogatorio. De todas maneras, recomiendo mucho la película. Encontré este video donde muestran algunas preguntas que Lucy hace a su papá cuando es pequeña y las originales respuestas que él le da (si, los niños también nos hacen reflexionar bastante):

        Desde hace rato me han recomendado a Hannah, sus teorías sobre la búsqueda y acuerdos de paz suenan mucho en estos días, en especial, Sobre la Revolución. Será agregarla a la wishlist.

        1. Ese diálogo te deja pensando…

          Igual es una lástima que no podamos acceder a ciertas cosas por derechos de autor. Me hace pensar: ¿Ser pobre te deja sin oportunidad de acceder al conocimiento? De eso se trató mi primer post en Hiperterminal.com

          Yo he leído algunas cosas de Hannah. A decir verdad me vi la película, pero no sus libros. Ayer, mientras leía tu comentario, me topé con el experimento de Milgram. Eso y la celebración de los 68 años de Millonarios, más la ley seca por el partido de Colombia me hacen pensar: ¿Qué tan cierto es esta afirmación de Mockus que hay una mayoría de edad parcial (En sus palabras: «Me guío por mi conciencia, mientras que los demás se guían por la ley y la cultura; entiendo por las buenas mientras los demás entienden por las malas, y confundo pluralismo con ‘todo vale'». (Página 156 de Cumplir para Convivir).

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