Pionero de la ciencia ficción en Colombia

Recorriendo algunas librerías de la ciudad, desde hace unos años, me enteré de una serie de reediciones de libros de autores colombianos de las décadas de los años veinte y treintas. Entre ellas Una triste aventura de 14 sabios, Barranquilla 2132 y Viajes interplanetarios en zepelines, que tendrán lugar en el año 2009.

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Estas reediciones aparecieron a finales del 2011 bajo la editorial Laguna libros, y desde entonces, por distintos motivos, terminaba gastando el dinero destinado a su adquisición en otros textos o discos. Pero todo cambió la semana pasada en una visita a la feria del libro, cuando sin querer me volví a topar con esta editorial y estos tres libros; me decidí a llevar uno, no contaba con mucho dinero y ojeando el material con mucha paciencia me quedé con el primero de ellos. Y cómo no, después de leer el siguiente texto sobre el libro:

El más grande fenómeno de todas las edades salva la vida de un grupo de sabios. Ellos especulan acerca del origen científico de este evento que no tiene más testigos. En medio de un descomunal conflicto filosófico, procuran llevar la situación con decoro.

!Qué curiosidad¡ en medio de un aposible catástrofe se ponen a filosofar al respecto… ¡llevando la situación con decoro! No tuve que pensarlo más. Durante la semana estuve ojeando pagina por pagina, sin afanes, tratando de descubrir qué se traía esta obra. Qué me podía contar su autor.

José Felix Fuenmayor escribió Una triste aventura de 14 sabios en 1928, siendo este cuento pionero en la literatura de ciencia ficción en Colombia y el Caribe. Además este autor pertenecía al denominado Grupo de Barranquillagrupo de tertulia que sirvió como promotor cultural de cuyas filas resaltan nombres de personajes reconocidos en el ambiente cultural colombiano.

La historia, aunque breve, es muy interesante. Pagina a pagina se entremezclan dos historias en el mismo papel. Y por lo qué he leído me ha llamado la atención la relación que se hace de esta historia con respecto a Los viajes de Guilliver de Jonathan Swift y Micromega de Voltaire como burla al fetichismo científico.

Por Leonardo

Leonardo es Profesional en Ciencia de la Información – Bibliotecólogo de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá. Interesado en temas relacionados con la cultura libre, el procomún, internet y la cotidianidad.

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