Respuesta a «El pene en el avispero» de Carlos Granés

Llegué al artículo de Carlos Granés por uno titulado Contenidos ágiles y conocimiento libre. Acabo de leer «El pene en el avispero» y tengo algunos comentarios:

[Internet,] Ese nuevo territorio, donde la legislatura es precaria

El problema de la legislatura es que está desactualizada, pero todo está totalmente regulado. ¿Por qué entonces sitios como Pirate Bay o Megaupload y en casos más cercanos Cuevana han sido objeto de demandas entonces? En las leyes de derecho de autor se leen cosas que hacen referencia a prohibiciones de copia y difusión por cualquier medio conocido o por conocer, lo que no dejaría por fuera a Internet. Todo está tan regulado que incluso las bibliotecas tradicionales piensan que la actual ley de derecho de autor no las protege. Si la legislatura es precaria lo es tanto en lo análogo como en lo digital.

en la red, todo debe ser libre y gratis

Hay una enorme diferencia entre lo libre y lo gratuito. Incluso hay cosas que son gratuitas, pero no libres. ¿Cree usted, estimado señor Granés, que abrir una cuenta en Facebook es gratis porque Mark Zuckerberg es el más grande filántropo de todos los tiempos? Lo que está en juego aquí no es que todo sea gratis, sino los modelos de negocio obsoletos que se quieren mantener en un entorno que no les favorece.

Cree que los productos que circulan por la red deben ser gratuitos, como si surgieran de la nada y no implicaran esfuerzo y dinero

Para esto quisiera enseñarle algo: El plan de Nine Inch Nails. Un músico que publicó de manera gratuita sus discos y además daba cierta libertad a sus usuarios al permitir remezclas. Como lo comenta en su artículo, es un contenido gratuito, pero no surgió de la nada, implicó esfuerzo y además le representó al músico en cuestión, bastante dinero. No es culpa de los usuarios que las grandes empresas no quieran dirigir sus energías en crear productos de calidad, disponibles en múltiples medios, en especial el digital, sino que se desgasten en abogados, demandas y persecusiones.

Pueden encontrarse millares de ejemplos de estos en Google, que a la luz de su artículo es otra empresa de hippies que bien podrían morir de hambre por alimentar, vestir y hospedar a miles de hippies que quieren acceso a la información de internet de manera gratuita. ¿No será incluso usted uno de esos «hippies» que critica? Me gustaría escucharlo decir que nunca ha usado Google y ojalá pensara en la forma como le han cobrado.

Esta empresa, además de las búsquedas, ofrece servicios de estadísticas, almacenamiento de archivos en la nube y otro de subida de videos cuyo nombre no recuerdo muy bien y sería un poco más que ingenuo pensar que todo eso lo ofrecen gratis.

El tema de privacidad con el que cierra su artículo, haciendo referencia a Anonymous, no me preocupa por ellos. Me preocupa un poco más por quienes buscan actualizar la ley, que de hippies no tienen nada.

Por David Ramírez-Ordóñez

Hola. Soy David. Docente, bloguero y bibliotecario digital. Desarrollo proyectos digitales desde el 2005. Más de mi en este enlace.

1 comentario

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *