Escuchando algunas listas de reproducción en línea e cruzaba de vez en cuando con uno que otro tema estridente que por alguna razón me recordaba a la agrupación Perrosky, sólo que con un sonido más bajo y tosco.
Decidido a explorar un poco más en esos sonidos que me llevaban a lo mejor de algunas de mis bandas preferidas, di con La Big Rabia. Un proyecto del baterista chileno Iván Molina, conocido por ser integrante de bandas locales como Emociones Clandestinas; Santos Dumont, Matorral y algunos proyectos más recientes junto con otros músicos de la escena «ander» chilena como Trancemission y Wipala, por mencionar algunas. Uno de los músicos que ha atravesado por la escena rockera de su país desde la década de los 80’s hasta la actualidad. En esta ocasión, junto con Sebastián Orellana, ex integrante de la agrupación Philipina Bitch conforman este dúo que le hace total honor a su nombre.
Definida en los medio especializados locales como:
Una explosiva cruza entre punk, rockabilly, boleros, performances teatrales y letras de desamor son las que han afianzado a La BIG Rabia como una de las propuestas más llamativas de la escena capitalina independiente de inicios de esta década. Con una activa presencia en vivo, el grupo es, también, el encuentro entre dos generaciones de músicos unidos por las ganas de explorar las raíces rocanroleras y su gusto por la canción popular en español.