¿Hace cuanto no se mojan bajo la lluvia por gusto? pregunto una vez el profesor en la clase de Ciudades Digitales. Esa noche llovía con fuerza y todos los que estábamos ahí tiritábamos de frío.
El aire de Bogotá se me hace más agradable cuando está lloviendo, como que vuelve a ser la ciudad que recuerdo de cuando era niño.