Lo que percibimos haciendo este documento es que a medida que el conocimiento avanza así mismo lo hace su sistema de clasificación. Al principio se pensaba en un único sistema de clasificación que abordaba todo el conocimiento, pero a medida que el conocimiento se expandía se vio la necesidad de pensar en un sistema que contemplara el conocimiento actual y se pudieran incluir las ciencias que aparecieran en el futuro.
Referencia:
SAN SEGUNDO MANUEL, Rosa. Sistema de organización del conocimiento: La organización del conocimiento en las bibliotecas españolas. Madrid: Universidad Carlos III de Madrid, 1996. 317 p. ISBN: 84-340-0886-6
La secuencia refleja muy bien la centralidad de la categorización en la historia de la humanidad. Es un proceso mental inevitable a la persona que estudia y se ocupa del conocimiento.
Hace mucho tiempo, las clasificaciones eran escasas, porque los que las creaban y las utilizaban eran pocos y con formaciones muy cercanas.
Al día de hoy, la clasificación «tradicional» no es suficiente, no sirve a todos los campos del conocimiento ni a todos los creadores y consumidores del conocimiento. Las clasificaciones inflexibles y impersonales se han convertido en «clasificaciones» customized, como las tags.
Es cierto Cláudia, me parece que las folksonomías (tags) son las que van a jugar un rol importantísimo en el paso a la web semántica porque la única manera de catalogar todo el conocimiento de la humanidad es que sea la misma humanidad (no sólo los catalogadores) la que se encarge de esta monumental tarea.