Luego de llegar a Leticia fuimos a Mocagua en un rápido, que es un bote con motor que te lleva a una buena velocidad. Es para algo así como 30 personas. Zarpamos de Leticia a las 13:30 y dos horas después llegamos a Calanoa, en Mocagua.
Descargamos las maletas y la tarde estaba lluviosa. La humedad y el calor empezaban a sentirse con fuerza. Nos recibió Ronaldo, un colombiano de padres peruanos. Nos brindó un poco de jugo y hablamos sobre la vida en la ciudad y el campo. Si bien conocía Bogotá, prefería vivir en el Amazonas.
Agradecimos a Ronaldo por el jugo y salimos al muelle. Ella se sentó un momento a ver el atardecer. De fondo se ve Perú, mientras disfrutábamos de la brisa desde el lado colombiano. El río Amazonas se veía imponente y un poco intimidante. Estaba perdida en sus pensamientos cuando presioné el obturador. Yo no dejaba de preguntarme por qué los extranjeros valoran más las riquezas de este país que los locales.
Esta foto la tomé el viernes santo de 2015. La publico en dominio público para que pueda compartirse sin restricciones hoy, 17 de mayo del mismo año. ¡Feliz día de Internet!