Objetos perdidos III

Hace un tiempo había empezado con estas publicaciones, a modo de recuento, me he dedicado a publicar fragmentos de texto que encontré en una libreta escrita a mano en una pequeña biblioteca en Bogotá. Esta es la tercera publicación, he sido un poco inconstante.

Esta vez volví a retomar su lectora y encontré una pequeña historia que les quiero compartir y aunque no tiene un título definido, para esta ocasión, le pondré un título a partir de una de las frases que recordaré el resto de mi vida:

Autoridad aunque sea pa’ morir…

Fue lo que dijo narrando sobre los intentos de asalto a su propiedad:

– Desde la quebrada iban moviéndose luces. Yo si saqué el revolver, me subí ahí y di unos tiros. Ahí mismo se apagaron las luces.

También tiran piedras a las casas, rompen los vidrios y las tejas. Eso le hicieron por allá a una vecina – continúa – y disque salió corriendo, asustada, estaba sola y era de noche. Y ahí cuando dejó la casa sola, se la desocuparon. Yo si no…

¡Es que hay que tener autoridad aunque sea pa’ morir!

Por Leonardo

Leonardo es Profesional en Ciencia de la Información – Bibliotecólogo de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá. Interesado en temas relacionados con la cultura libre, el procomún, internet y la cotidianidad.

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