Heredé los materiales y la idea de Guillaume y Julie. Es una nevera averiada que convertí en biblioteca. Creo que tengo que mejorar la distribución de luces, pero bueno…
Estaba entre poner un único bombillo un poco más grande o varias de estas luces chicas. Me decidí por las luces chicas ya que el bombillo podría afectar al papel y la tinta. La generación de calor del bombillo podría dañar los libros.
Usé unas luces de Navidad, de las que se enredan en los árboles de Navidad. Creo que voy a cambiarse posición las luces para que ilumine la parte de atrás de los libros de arriba.
Me gusta su Biblionevera. Todos deberíamos tener una para que pensemos con cabeza fria.
Jajaja. Aunque a veces hay lecturas que queman. Me gusta lo de reciclar. A ver si en la biblionevera las ideas se conservan.
Jajaja. Claramente las ideas se conservaran en la Biblionevera, lo que no es seguro es que se conserven en nuestro Bibliocerebro.
😉