Respuesta a la pregunta ¿A qué juegan las bibliotecas?

croquis aquarellé: scène de café à Faro - Portugal
croquis aquarellé: scène de café à Faro - Portugal

Este post es una respuesta a la publicación de Jaider Ochoa titulada «Estimado bibliotecario, ¿a qué juegan las bibliotecas?«.

¿Cuál es el problema de fondo?

Creo que hay algo de fondo que podría analizarse en el post de Jaider: Tener un trabajo de más de 45 horas (ojalá al menos bien pago) te cierra el mundo. Al final del día sólo quieres volver a casa a descansar o pensar en otra cosa que no tenga que ver con bibliotecas. Estos espacios, los makerspaces o hackerspaces los recorren quienes no buscan bibliotecas, sino la información dentro de ellas. Sacralizar las bibliotecas como templos de conocimiento, pero olvidar que lo importante es la información dentro de ellas, nos está volviendo miopes y ya no vemos los espacios de creación o los diferentes «spaces» que llaman. Es más, lo importante no es la información de las bibliotecas, lo importante es el conocimiento que construyan sus usuarios.

Proponiendo posibles soluciones

Creo que la solución puede ir en dos líneas:

  1. Que los bibliotecólogos busquen trabajos fuera de las bibliotecas (lo he hecho por varios años y hay vida más allá, lo juro).
  2. Que las bibliotecas incorporen áreas de innovación, desarrollo e investigación. Así, de esas 45 horas semanales, unas cuantas de esas horas derivarán en desarrollos en esas líneas.

Aquí, Cory Doctorow menciona algo que es más que evidente: Si los bibliotecarios piensan que son los intermediarios para acceder a la información, están viviendo en el paradigma pasado. La cuestión es: ¿Cuál es el valor agregado de ofrecer servicios bibliotecarios?

Esto no para mencionar que la bibliotecología está en crisis. De hecho el cambio de paradigma sacudió a los profesores, periodistas, editores, músicos y un enorme etcétera.

La ética hacker para ejercer un oficio

La solución, desde mi punto de vista, está en la ética hacker. Así, no importa que tengas un trabajo a tiempo completo dentro de una cárcel biblioteca y no puedas salir a ver lo que ocurre afuera, sino que el cambio lo haces desde adentro. Igual aunque crees un «Lab» en tu biblioteca, terminará siendo un café Internet, donde seguramente no podrás tomar café porque dañas los computadores e Internet lo tendrás con bloqueos, por la seguridad de todos.

Además ¿Quién va a querer trabajar en espacios con restricciones de información en espacios que se supone son de acceso? Ojalá el ejemplo en mención fuera la excepción, pero los bloqueos son más frecuentes de lo que esperas. Recuerdo trabajar en una biblioteca de Bogotá y encontrar estos bloqueos.

El reto: Bibliotecas vs Cafés

Sin ir más lejos los reto a que hagan esta prueba: Vayan a cualquier biblioteca y traten de conectarse a Internet. Luego vayan a un café cercano a ver si hay Internet gratuito y sin bloqueos. Yo hice la prueba en la Biblioteca Nacional de Colombia en Bogotá y me fue muy mal. Luego pasen la calle, al Teatro Embajador que queda justo enfrente y tiene un café Juan Valdéz. Me conecté a la red «CineColombia» y como por arte de magia, todos los bloqueos desaparecen.

Por David Ramírez-Ordóñez

Hola. Soy David. Docente, bloguero y bibliotecario digital. Desarrollo proyectos digitales desde el 2005. Más de mi en este enlace.

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