Gestión del conocimiento y derecho de autor

Piratas del Caribe, vía Flickr por Guache
Piratas del Caribe, vía Flickr por Guache

Discutiendo sobre derecho de autor y la ley Lleras

Antes de empezar todo el debate de la Ley Lleras estaba en una discusión con un muy buen amigo: Nikos Sierra Duque. La discusión comenzó por su publicación sobre Introducción a la gestión del conocimiento y su aplicación al sector público. Él, muy amablemente publicó este documento.

Al revisar las primeras páginas del documento te topas con un apartado que dice: «Copyright © Naciones Unidas, diciembre de 2002. Todos los derechos reservados» y un poco más adelante dice:

La autorización para reproducir total o parcialmente esta obra debe solicitarse al Secretario de la Junta de Publicaciones, Sede de las Naciones Unidas, Nueva York, N.Y. 10017, Estados Unidos. Los Estados miembros y sus instituciones gubernamentales pueden reproducir esta obra sin autorización previa. Sólo se les solicita que mencionen la fuente e informen a las Naciones Unidas de tal reproducción.

La pregunta del millón es: ¿Nikos esta haciendo mal al publicar este documento?

La primera cosa que se me viene a la mente es que el documento se encuentra en la web, se puede descargar sin necesidad de pagar por él. Al realizar una búsqueda lo encuentro en este sitio de la CEPAL. Es curioso ver que el sitio incluye un botón de «Compartir esta página», invitando a distribuirlo, pero con un mensaje muy restrictivo en el interior del documento de «Todos los derechos reservados».

Le dejo un comentario a Nikos sobre la parte final: «Los Estados miembros y sus instituciones gubernamentales pueden reproducir esta obra sin autorización previa. Sólo se les solicita que mencionen la fuente e informen a las Naciones Unidas de tal reproducción.» y pregunto ¿si hago parte de los estados miembros puedo valerme de este fragmento del documento para publicarlo? Nikos me responde que publicó el documento original, sin modificarlo y que por eso tendría el permiso.

No soy abogado, pero supongo que si tomo una canción para hacer un podcast y la publico sin modificarla, las sociedades de gestión colectiva como Sayco podrían reclamarme por hacer comunicación pública de obras, como mencionan en un ejemplo de emisoras religiosas o de interés público. Es decir: El publicar sin modificar obras no exonera la violación del derecho de autor; comunicación pública es una cosa y modificación de obras es otra cosa. Algo parecido ocurre con el ánimo de lucro: Si subo contenido sin ánimo de lucro ¿estoy obrando mal?

Creo que todo se reduce a la cantidad de riesgos que queremos tomar: Puede que Naciones Unidas, desde su oficina en Nueva York no se dedique a buscar a personajes como Nikos para solicitarles que bajen su documento. El que agreguen botones como el de compartir en otros sitios puede dar indicios de que en realidad quieren que su documento se distribuya, pero hay incoherencias en el aviso de «Todos los derechos reservados». Lo más probable es que Nikos no tenga lío con Naciones Unidas por publicar este documento, incluso aunque haya cambiado la licencia del documento por una licencia Creative Commons Atribución, No comercial, Sin derivadas como indica en Slideshare (en la parte derecha, en About this document) sin ser el autor de la obra o sin tener los derechos suficientes para hacer esto. Tal vez otros documentos si tengan mucha vigilancia y el publicarlos, sin modificaciones e incluso sin buscar retribución económica sea un lío.

¿Qué hacer entonces?

Como productores de documentos podríamos ahorrarnos el dilema que deben librar nuestros lectores publicando en el documento una licencia acorde con los usos que pueden tener nuestros usuarios. Si quieres que tu documento no sea distribuido no le agregues botones de «Compartir en redes sociales» o cosas similares al sitio web que lo contiene. Si quieres que pueda fluir libremente agrégale una nota de «Este documento puede copiarse bajo estas condiciones» o usa una licencia Creative Commons. Esto para que al separar el documento del sitio web que lo aloja no se pierda la información sobre los derechos. recuerda que si no dice nada, quiere decir «Todos los derechos reservados».

Como repoductores de información, como Nikos, supongo que publicar el enlace de donde sacamos los documentos es suficiente para brindar acceso a la información y respetar el deseo del autor de no publicarlo en otros sitios o por otros medios. Por el momento enlazar no es una infracción al derecho de autor.

Queda un sabor agridulce al pensar en los usos sin ánimo de lucro y las obras derivadas. Es un poco desilusionante el saber que técnicamente tienes todas las herramientas para copiar, modificar, publicar y remezclar documentos, pero que existen problemas legales que te lo impiden. Te dan todas las herramientas posibles para que puedas generar nuevo conocimiento pero te dicen que no las uses. Nikos cerraba su comentario preguntando ¿compartir o no compartir? ¿publicar o no publicar?

Creo que independientemente de nuestros deseos debemos respetar la decisión de los autores: Si no quieren que los copien, mejor no copiarlos. Seguro habrá alguien que quiera ser copiado. Sobre mis documentos soy dueño y a mi me gusta que me copien. Siento que ven algo de valor en lo que digo y vale la pena replicarlo. Además siento que lo que yo he aprendido no lo saqué de la nada, me basé en alguien que compartió su trabajo y ¿por qué no devolver algo de lo que tomé antes? ¿Ustedes que opinan?

Cierro agradeciendo a Nikos por la discusión que planteó y por la paciencia para recibir esta respuesta. Su comentario de la importancia de licenciar en el marco de la gestión del conocimiento me parece clave para las organizaciones. Empecé la discusión pensando que me salía del tema, pero en realidad tiene mucho que ver ¿o no?

Por David Ramírez-Ordóñez

Hola. Soy David. Docente, bloguero y bibliotecario digital. Desarrollo proyectos digitales desde el 2005. Más de mi en este enlace.

2 comentarios

    1. ¡Hola Jhonny! Qué grata visita a mi blog 🙂

      Así es, la foto está sobre la séptima, cerca a la 19 en Bogotá. A la vuelta de este muro quedaba un callejón. Recuerdo que al final de él unas bodegas donde vendían corbatas y montones de cds y dvds piratas. Están demoliendo el sitio, pero los vendedores piratas siguen por los alrededores.

      Saludos.

Responder a JP Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *