Prototipos de bibliotecas // Interactividad en espacios culturales

Alguna vez leí que alguien estaba «pensando la biblioteca perfecta». Creo que no hay nada más desatinado que esa afirmación.

Luego de aprender sobre la vida digital en Comunidad, las diferentes formas de interacción gracias a la tecnología y leer excelentes blogs como el de Juan Freire creo que he aprendido algo sobre innovación:No existen cosas terminadas. Pensar la biblioteca perfecta es dar a luz a un cadaver porque no puede crecer, no puede mejorarse. Prefiero vivir en una biblioteca imperfecta, pero con actitud bucanera.

Las actuales bibliotecas son depósitos de libros de papel. Su gran reto es sobrevivir a una era donde cada usuario puede acceder a mucha información desde la comodidad de su casa. ¿Cómo espera la biblioteca ofrecer información a sus usuarios cuando ellos por su propia cuenta pueden obtener mucho más de lo que una biblioteca tradicional le puede ofrecer?

Una de las posibles soluciones a este problema la vi en las bibliotecas 2.0 y es por esto que he tratado de profundizar en el tema. Una de las ideas principales de la biblioteca 2.0 es que los usuarios son el centro y todo gira a su alrededor. En ciertos momentos he pensado en las bibliotecas como centros culturales donde cada usuario pueda apropiarse de sus espacios para crear y compartir, en ambientes edupunks como los que menciona Piscitelli. Esa idea se ha materializado en el siguiente video:

[youtube:http://www.youtube.com/watch?v=TpFO_L_jA1c]

Las palabras que se me vienen a la mente en este video son: Innovación, diversión, entretenimiento, comunidad, trabajo en equipo, confianza, libertad (como con el software) y compartir. Hacer algo así no es complicado, solo se necesita empezar. La verdad me gustaría ver un concierto de las 1280 Almas en una biblioteca, simplemente porque son uno de mis grupos favoritos. Recuerdo que lo único similar a esto fue un concierto de Juanes y Aterciopelados en el cumpleaños 178 del Museo Nacional. ¿Y qué tal si los conciertos fueran cada fin de semana? ¿Existen tantas bandas en la ciudad como para sostener un ritmo como este? ¿Y si la biblioteca provee las herramientas para que aflore la cultura musical en la ciudad? ¿Y si lo hacemos también con artes plásticas, literatura y audiovisuales?

Por David Ramírez-Ordóñez

Hola. Soy David. Docente, bloguero y bibliotecario digital. Desarrollo proyectos digitales desde el 2005. Más de mi en este enlace.

10 comentarios

  1. Hola Hiperterminal,

    Me gusto mucho el vídeo que compartiste, y opino igual, en la actualidad es muy importante cambiar el esquema de la biblioteca actual y volcarlo más hacia la interacción con la ciencia, la cultura y la tecnología, en donde l@s principales protagonist@s sean l@s usuari@s!

    =D

  2. Lo que propones sería una biblioteca flexible que ofreciera servicios de acuerdo a las nuevas tendencias y necesidades de las personas, espacios que incentiven a las personas a querer regresar y continuar visitando a las bibliotecas, yo pensaría que los conciertos atraerían otro tipo de público a las bibliotecas, depronto no en todos los casos, pero no necesariamente atraería a personas con intención de leer, en cambio si me gustan mucho los espacios donde pudiera sacar un libro y sentarme a tomar un cafe y depronto poder hablar con alguién sin que las demás personas tengan que sentirse afectadas.

  3. Quizá mi opinión es excesivamente drástica, no diré que no, pero esto es simplemente la certificación de que la biblioteca, como tal, está muerta. Y en su lugar hay que empezar a hacer cosas que en teoría siempre se han hecho en otros sitios, a mi entender más adecuados, pero que atraen gente que es lo que nos falta (lo siento, pero un concierto se hace en una sala de conciertos, que para eso están, con las condiciones indicadas para un acto de ese tipo).
    No estoy diciendo que las bibliotecas no deban experimentar o iniciar cambios que las hagan más acordes con los tiempos, pero para mí, no es eso de lo que estamos hablando.

  4. Hola a tod@s. Gracias por sus comentarios, no pensé que este post fuera causar estas reacciones, en todo caso todas ellas son bienvenidas.

    @MujerForestal Me gusta que menciones ciencia, cultura y tecnología. Ahí está la clave para que las bibliotecas no se confundan con otros espacios, como lo mencionan más adelante.

    @Adriana ¿Y estar en un concierto no es otra forma de leer? ¿Acaso lectura implica únicamente codificar caracteres impresos en papel? ¿El cine no es otra forma de lectura? ¿y el teatro? La idea es que los espacios no son mutuamente excluyentes; es decir, una biblioteca puede tener salones de eventos, espacios para lectura silenciosa, espacios para lectura «activa» o «interactiva», donde varios usuarios discutan sobre lo que leen o han leido (y esto me suena a clubes de lectura que no son nada nuevos en bibliotecas), espacios de ruido y silencio porque si bien es incómodo leer y que alguien hable por su teléfono celular, también es incómodo recibir una llamada urgente y no tener un espacio para conversar sin necesidad de dejar el edificio de la biblioteca. Por otra parte siendo estrictos en una biblioteca no puedes leer y tomar bebidas, pones en riesgo el papel y su información, pero la biblioteca que imagino te permitiría tener estos espacios. Es un poco confiar en los usuarios y darles lo que necesitan para que se sientan más a gusto que en sus propias casas que pueden tener las mismas experiencias sin tener ni siquiera que transportarse. Es hallar y potenciar el valor agregado de ir a una biblioteca.

    @Cavafis No me parece algo drástistico, es algo de hecho bastante común. Me gustó un ejemplo de Fernando Savater que dice algo como: Si tienes un martillo y le cambias el mango ¿es tu martillo? Probablemente si. Pero ¿qué pasa si a ese martillo le cambias la cabeza? ¿Sigue siendo tu martillo? Los conceptos pueden patinar con los cambios. Yo no creo que la biblioteca esté muerta, lo que creo es que ha cambiado. Su esencia es la misma. Las cosas que se han hecho en otros sitios, como dices, no me parece que sea así, por ejemplo: la biblioteca Virgilio Barco en Bogotá tiene una ludoteca . Cualquiera podría decir que a alguien se le ocurrió meter una guardería para que los padres puedan entrar a la biblioteca sin sus hijos pero ¿acaso este no es un espacio de lectura para quienes todavía no tienen desarrollados sus habitos lecto-escritores? Seguramente allí no tendrán libros, pero es lo que los más chiquitines necesitan para empezar sus procesos de lectura. Perdona, pero no entendí la última parte de tu comentario. ¿Qué tipos de cambios crees que deban hacerse entonces?

    @bauen Hey gracias por los enlaces 😀

    Para cerrar esta tanda de comentarios les dejo la invitación al concierto de la Brock McGuire Band de Irlanda en una de mis bibliotecas favoritas: la Luis Ángel Arango. Los conciertos en las bibliotecas, como verán, no son nada nuevo. Espero algún día invitarlos a un toque de Las Almas en una biblioteca 😉

    ¿Qué opinan? ¿Será que ando imaginando cosas muy raras?

  5. Hola David,

    en primer lugar disculpa que conteste con tanto retraso, me ha sido imposible hacerlo antes.

    Entiendo que una biblioteca deba adaptarse a los tiempos, que las maneras de comunicarse con los usuarios han canviado, que Internet, por ejemplo nos ha cambiado la vida a todos, etc. También que ha llegado un punto en que hemos perdido el monopolio de la información y que debemos salir a buscar usuarios y no esperar a que nos vengan a ver, como hemos hecho hasta ahora, porque ya no vendrán. La cuestión es ¿a qué precio? Cada vez que miro los libros más prestados de las biblioteca públicas de Catalunya se me cae el alma a los pies. ¿El número de usuarios ha crecido constantemente? Sí, pero ¿qué leen? ¿Qué se llevan en préstamo? Exactamente los mismos best-sellers más vendidos en las librerías. Por no hablar de cd’s para piratear. ¿Debemos ser sucursales gratuitas de grandes superficies? ¿Es ese el valor añadido que debemos ofrecer? ¿No es también responsabilidad nuestra potenciar la consulta y lectura de libros de poesía, por ejemplo, que rara vez se mueven de las estanterías, pero que no aportan tantos usuarios como un concierto? En fin, sé que son muchas preguntas y pocas respuestas. Agradezco tu espacio para poder compartirlas.

    Saludos

  6. Hola Cavafis, ¿Cómo va todo?

    Creo que nuestras preocupaciones son las mismas. Un simple ejemplo de lo que me gustaría ver en una biblioteca bogotana es un concierto de las Almas porque creo que nunca han tocado allí, pero es comparable a los libros que no se mueven de sus estantes, tienes toda la razón. Lo digo porque en particular esta banda no es de megaconciertos, no son super estrellas o famosos y algo así pasa con los autores de libros que hacen cosas muy buenas pero que quedan relegados porque no son publicitados como otras obras.

    En este punto me parece que además de brindar espacios, también hace falta profesionales de la información con conocimientos avanzados en cultura, que tengan la capacidad de no solo brindarte los documentos que necesitas, sino que además te recomienden cosas «desconocidas» pero que te van a enriquecer mucho más allá de lo que esperas y ese es realmente el valor agregado.

    Muchas gracias por pasarte por acá, siempre bienvenido y no te preocupes por el retraso. Más vale tarde que nunca 🙂

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